Un atentado suicida ha matado este domingo a cuatro miembros de las fuerzas de seguridad en Quetta, al oeste de Pakistán, y herido a una veintena de personas más, según los primeros datos oficiales. Los talibanes paquistaníes, Tehreek-i-Taliban Pakistan (TTP), se han responsabilizado del ataque. Desde el triunfo talibán en el vecino Afganistán, numerosos analistas han advertido del riesgo de que envalentonara a los extremistas de este lado de la frontera.
Un hombre a bordo de una moto ha embestido a los agentes del Cuerpo de Fronteras y luego ha hecho estallar los explosivos que llevaba encima, de acuerdo con la información que la policía de Quetta ha facilitado a los medios locales. La misma fuente ha precisado que 18 de los heridos son también guardias de fronteras y otros dos, peatones que se encontraban en las proximidades.
El primer ministro, Imran Khan, se ha apresurado a condenar el atentado y a sugerir que los responsables están en el exterior. “Mis condolencias a las familias de los mártires y rezo por la recuperación de los heridos. Reconocimiento a nuestras fuerzas de seguridad y sus sacrificios para mantenernos seguros frustrando los planes de los terroristas apoyados por el exterior”, ha tuiteado en una poco velada referencia a India, el archienemigo de Pakistán.
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