Portugal ha sido el primer país de la Unión Europea que ha visitado José Manuel Albares como ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. La preparación del encuentro de varias horas que ha mantenido este miércoles en Lisboa con su colega portugués, Augusto Santos Silva, no ha necesitado de la delicada labor diplomática que requerirá su visita al vecino del sur, Marruecos, tras la crisis abierta en abril por la atención hospitalaria en España al líder del Frente Polisario, Brahim Gali, y continuada por la soberanía del Sáhara Occidental y la crisis migratoria en Ceuta. El nuevo ministro no tiene aún fecha para visitar Rabat. “La diplomacia requiere de tranquilidad y tiempo. Y eso no indica que algo no sea prioritario, pero requiere tranquilidad y tiempo porque el primer viaje a un país tan importante para España como Marruecos es muy importante, pero igualmente son importantes un segundo y un tercer viaje. La diplomacia es abrir caminos para construir confianza y solidez”, ha señalado durante una rueda de prensa conjunta en el Palacio de las Necesidades, sede del Ministerio de Asuntos Exteriores portugués en Lisboa.
La crisis que atraviesan las relaciones hispano-marroquíes nada tiene que ver con la buena vecindad entre Marruecos y Portugal, que trabajan incluso en la apertura de una conexión marítima entre Portimão, en el Algarve portugués, y el renovado puerto de Tánger. No obstante, el ministro portugués Augusto Santos Silva puntualizó que “la conexión entre Portimão y Tánger existe, pero no es para sustituir cualquier otra conexión”. “Hemos trabajado con las autoridades marroquíes a nivel técnico, pero con la prudencia indispensable para que esa conexión se pueda hacer con toda la seguridad pública, ya sea de transporte o sanitaria”, explicó.
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Albares anunció que la 32ª cumbre hispano-lusa se celebrará el próximo 28 de octubre en Trujillo (Cáceres). En ella tendrá una atención especial la comunicación entre ambos países por vía férrea. A pesar de que la Unión Europea apuesta por el refuerzo de las conexiones ferroviarias como un modelo de transporte más sostenible, el proyecto para unir con alta velocidad las capitales de ambos países sigue sin concreción ni plazos. Santos Silva indicó que está en marcha la modernización de la conexión ferroviaria desde el puerto de Sines (a 160 kilómetros de Lisboa), que permitirá mejorar la velocidad en el transporte de mercancías y también de pasajeros hacia España. Además los dos países quieren modernizar la línea que va de Oporto a Vigo. “No puede haber ninguna duda. El tren es el futuro de las conexiones, en especial las de corto y medio recorrido”, destacó Santos Silva. Su colega español añadió que las infraestructuras “son un punto fundamental para el desarrollo de España y Portugal y para la Unión Europea. Las interconexiones no serán completas si no entran dentro de un plan más ambicioso que incluya a Francia y al resto de países de la UE”.
La lucha contra la pandemia ocupó buena parte de la reunión bilateral. Ambos ministros destacaron la positiva gestión conjunta de las fronteras terrestres y el avance en el proceso de vacunación en toda la península Ibérica que, según Albares, roza el 60% de la población con la pauta completa y el 70% con la primera dosis. “España es un país seguro para viajar”, concluyó el titular de Asuntos Exteriores.
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