Maryland, 6 Jun (La Neta Neta).- El dióxido de carbono (CO2) alcanzó un pico estacional de 417.1 partes por millón (ppm) en mayo pasado, lo que representa el nivel más alto registrado y 2.4 ppm más que durante el mismo periodo del año 2019, anunciaron científicos.
“Los valores mensuales de (CO2) en Mauna Loa, en Hawái, rompieron por primera vez el umbral de 400 ppm en 2014, y ahora están en niveles no experimentados por la atmósfera en varios millones de años”, indicaron expertos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) y el Instituto de Oceanografía Scripps de la Universidad de California en San Diego.
Señalaron que la tasa de aumento en lo que va del 2020 “no parece reflejar una reducción en las emisiones de contaminación, debido a la fuerte desaceleración económica mundial en respuesta a la pandemia de coronavirus (COVID-19).
“La gente puede sorprenderse al escuchar que la respuesta al brote de coronavirus no ha hecho más para influir en los niveles de CO2”, aseguró el geoquímico Ralph Keeling, quien dirige el programa de Oceanografía Scripps en Mauna Loa.
“Pero la acumulación de CO2 es un poco como la basura en un vertedero. A medida que seguimos emitiendo, se sigue acumulando”, indicó.
Los expertos apuntaron que a pesar de que las plantas terrestres y el océano absorben una cantidad de CO2 equivalente a aproximadamente la mitad de los 40 mil millones de toneladas de esa contaminación emitidas por los humanos cada año, “la tasa de aumento en la atmósfera se ha acelerado constantemente”.
Señalaron que en la década de 1960, el crecimiento anual promedió era de 0.8 ppm por año y se duplicó a 1.6 ppm por año en la década de 1980, y se mantuvo estable a 1.5 ppm por año en la década de 1990.
“La tasa de crecimiento promedio nuevamente aumentó a 2.0 ppm por año en la década de 2000, y aumentó a 2.4 ppm por año durante la última década. Hay pruebas abundantes y concluyentes de que la aceleración es causada por el aumento de las emisiones”, dijo Pieter Tans, científico principal del Laboratorio de Monitoreo Global de NOAA.
“Continuamos comprometiendo a nuestro planeta, durante siglos o más, con más calentamiento global, aumento del nivel del mar y eventos climáticos extremos cada año”, apuntó.
De acuerdo con NOAA, los datos de CO2 en Mauna Loa constituyen el registro más largo de mediciones directas de dióxido de carbono en la atmósfera, luego de que David Keeling, del Instituto de Oceanografía Scripps, comenzó a medirlas en 1958.
Los datos de Mauna Loa, junto con las mediciones de las estaciones de muestreo en todo el mundo, se incorporan a la Red Global de Referencia de Gases de Efecto Invernadero de la NOAA, un conjunto de datos de investigación fundamental para científicos climáticos internacionales.
AES/AEG