En el mundo del cine, son muchas las voces que se han pronunciado en contra del auge de los servicios de streaming en detrimento de las salas. Christopher Nolan, Denis Villeneuve, Steven Spielberg y hasta James Cameron han tenido, sus más y sus menos, con las plataformas que cobraron especial relevancia desde la pandemia. Sin embargo, no todo son palos hacia el contenido de la pequeña pantalla pues otras voces relevantes han servido como contrapartida a la crítica conjunta. En su momento, los hermanos Coen defendieron el sistema como una vía para que fuese más fácil la existencia de cine independiente. Ahora, le ha tocado el turno a Alejandro González Iñárritu , quien cree que el mercado doméstico no hace que una obra deje de ser buena.
No es de extrañar tampoco la defensa del cuatro veces ganador del Oscar hacia el cine en streaming, teniendo en cuenta que el director estrenó el pasado 16 de diciembre de 2022 su último proyecto, Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades. Por eso, en una conversación para Deadline con sus compatriotas y también realizadores Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón, comparó el paso del cine a las pantallas pequeñas como el proceso que en su día vivió la música: “Antes sólo se escuchaba música en las salas de conciertos, y luego llegaron los discos, y luego la radio. Si escuchas Beethoven o Mozart en tus auriculares, ¿deja de ser buena música?”. Eso sí, el director de Birdman matizaba que la experiencia en salas era mejor, puesto que “120 músicos tocando en vivo” es obviamente preferible, pero que el cambio no disminuía “la idea detrás de la música”.
Los tres mexicanos ya han hecho sus estrenos en Netflix. El último de ellos ha sido Iñárritu, aunque antes Cuarón dirigió Roma y recientemente del Toro filmó su brillante versión de Pinocho. La conversación entre los tres genios siguió girando en torno al cambio del paradigma, afrontando la cuestión financiera y de marketing que siempre ha estado limitada por reglas: “El algoritmo dice que las personas deben engancharse en los primeros cinco minutos de la película. Pero eso era cierto en los años 70 y 80. Eso siempre ha sido cierto. Necesitas tener una secuencia de apertura fuerte”.
La crítica se ha mostrado muy polarizada con Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades frenando casi por completo las opciones de Oscar que tenía el realizar. Actualmente se encuentra ya disponible en Netflix.
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