Fue el 13 de julio de 2019 cuando Alejandro Sanz y Raquel Perera anunciaban su separación. Y lo hacían después de días en los que los rumores sobre su situación sentimental eran cada vez más intensos. El cantante y su todavía mujer daban la noticia a través de sus redes sociales con una fotografía junto a sus hijos y un texto emotivo en el que mostraban el gran cariño que existía entre ellos, vislumbrando la cordialidad entre ellos en un momento muy difícil para los dos. Pero un año después todo estallaba cuando se conocían los detalles de la demanda de divorcio presentada por Raquel Perera en Miami el 12 de junio, respondiendo así a la presentada por el cantante en Pozuelo de Alarcón el 15 de abril. Dos meses antes, y de una manera unilateral.
Tras varios meses de lucha en los que no se ponían de acuerdo en cuanto a la compensación de la exmanager del artista gaditano y especialmente en lo referente a la manutención de sus hijos, según publica ‘Hola’ la pareja ha llegado por fin a una resolución favorable para todos. El intérprete de ‘Corazón partío’ y su ex han firmado los papeles del divorcio por los que ya no son marido y mujer y donde además se dirimen los aspectos relativos a la crianza, la custodia y el régimen de visitas de sus hijos, Dylan y Alma, de nueve y seis años respectivamente.
Los intereses de sus pequeños han valido sobre todas las cosas y por eso Raquel, tras sopesarlo durante estos meses, ha decidido hacer las maletas y regresar a España para que así puedan estar cerca de su padre. ‘Hola’ recuerda que Alejandro Sanz lleva un año residiendo en Madrid junto a su pareja, la artista cubana Rachel Valdés, cuyo romance se conoció solo dos meses después de que este anunciara su ruptura matrimonial. Precisamente las visitas de Sanz a sus dos hijos pequeños era uno de los puntos en los que incidía Raquel, argumentando que los niños, residentes en Miami solo habían visto a su padre en cinco ocasiones en el último año.
Hace solo una semana el cantante publicaba unas imágenes con sus tres hijos pequeños -solo faltaba Manuela-, en un reencuentro divertido y de lo más tierno, que ha hecho muy feliz al cantante. En medio de esta batalla legal que ya ha llegado a su fin, Sanz ha estado muy activo en redes sociales ofreciendo conciertos durante la pandemia, recordando buenos momentos laborales y personal y además, el pasado mes de julio inauguró en Madrid El puente del corazón partío, un acto lleno de emoción promovido por el ayuntamiento de la capital en el que el cantante estuvo acompañado de su pareja y de su hija mayor.