BERLÍN (AP) — La agencia de inteligencia nacional de Alemania clasificó el miércoles al ala juvenil de un prominente partido nacionalista de extrema derecha como un grupo extremista que amenaza la constitución, asestando otro golpe a una organización que ha sido objeto de un creciente escrutinio por preocupaciones de radicalización.
La agencia de espionaje reclasificó la unidad “Alternativa Joven” del partido después de monitorearla durante cuatro años. La decisión se produce solo un año después de que los funcionarios de inteligencia decidieran poner bajo vigilancia a todo el partido, llamado Alternativa para Alemania, la primera vez que la agencia tomaba tal medida contra un importante partido político de oposición en la historia de la posguerra de Alemania.
El gobierno también calificó el miércoles a otras dos instituciones de extrema derecha como extremistas de derecha: el Instituto de Política Estatal y el grupo One Percent. Ambas organizaciones son parte de lo que se llama la Nueva Derecha en Alemania, un movimiento ideológico conservador que, según la agencia, promueve ideas violentas, antidemocráticas y racistas.
Una vez que un grupo se clasifica como extremista, sus miembros podrían perder oportunidades de empleo en el sector público y la capacidad de obtener o mantener licencias de armas. Los servicios de inteligencia nacionales, que ya tenían a los grupos bajo vigilancia, también recibirán más rápidamente la autoridad para interceptar o vigilar a los miembros del grupo.
“Ya no hay duda de que estos tres grupos de personas persiguen aspiraciones anticonstitucionales”, dijo la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, la agencia de inteligencia conocida por sus siglas en alemán BfV.
Tino Chrupalla y Alice Weidel, dos líderes del partido, calificaron la decisión como una “acción escandalosa”.
“Actualmente no tenemos motivo ni documentos correspondientes que hagan comprensible este paso”, dijeron en un comunicado. “Por supuesto, ya estamos examinando el uso de recursos legales”.
Los analistas políticos dicen que Alternativa para Alemania (conocida por su acrónimo alemán AfD) se ha vuelto más radical desde que ingresó al parlamento alemán en 2017.
En ese momento, era el partido de oposición más grande del país, ganando el 13 por ciento de los votos. Sin embargo, desde que la elección del canciller Olaf Scholz el año pasado marcó el comienzo de un nuevo gobierno, la AfD ha sido reemplazada por los demócratas cristianos de centro derecha, el partido de la excanciller Angela Merkel. La fortuna política de AfD cayó antes de las elecciones parlamentarias de 2021, en las que obtuvo solo el 10 por ciento de los votos.
Pero tras la invasión rusa de Ucrania, en medio de la ansiedad económica por el impacto de las sanciones europeas contra Moscú y el aumento de la inflación, el partido ha disfrutado de un resurgimiento en las encuestas, con alrededor del 16 por ciento.
La AfD fue el primer partido de extrema derecha en llegar al Parlamento federal de Alemania desde la Segunda Guerra Mundial, y se ha convertido en la prueba más seria para las instituciones democráticas de posguerra y los servicios de inteligencia nacionales de Alemania.
A pesar de marchar con neonazis en manifestaciones callejeras contra las regulaciones del coronavirus y en protestas contra Rusia contra el apoyo de Alemania a Ucrania, la AfD disfruta de apoyo en entidades estatales como la policía y el ejército.
El debate sobre la posible infiltración de la extrema derecha en el corazón de la democracia alemana se convirtió en amenazas concretas durante el año pasado: algunos miembros de AfD estuvieron involucrados en un complot fantástico para tratar de derrocar al gobierno, que las fuerzas de seguridad alemanas frustraron rápidamente en diciembre. Solo unos meses después, el servicio de inteligencia exterior de Alemania atrapó a un topo en sus propias filas que había estado pasando información a Rusia. El hombre también era partidario de Alternativa para Alemania.
Antes de que Rusia invadiera Ucrania, los legisladores de AfD viajaban regularmente a Rusia, donde a veces eran recibidos por el ministro de Relaciones Exteriores.
Dos ramas estatales de la AfD ya se han convertido en objetivos de las agencias de inteligencia nacionales. El estado oriental de Turingia calificó a su capítulo local de AfD como un grupo de extrema derecha. En el estado suroccidental de Baden-Württemberg, la agencia de inteligencia estatal dijo que estaba vigilando a su rama estatal AfD.
En su declaración del miércoles, la agencia de espionaje nacional de Alemania dijo que la Alternativa Joven había hecho de “la agitación contra los refugiados y los migrantes un tema central constante”, particularmente contra los musulmanes.
El grupo también está trabajando en contra del “principio de la democracia”, al denigrar a los opositores políticos y al estado, dijo la BfV. “La Alternativa Juvenil no se preocupa por el debate de los asuntos en cuestión, sino por un menosprecio general del sistema democrático de la República Federal de Alemania”, dijo.
Debido a la historia nazi de Alemania y al hecho de que Hitler ascendió por medios democráticos antes de crear un estado autoritario, el país diseñó sus estructuras políticas de posguerra con salvaguardas integradas para protegerse contra el surgimiento de fuerzas políticas que podrían usurpar nuevamente la democracia desde adentro. .
La agencia de inteligencia nacional es una de ellas. Su misión fundacional es actuar como un mecanismo de alerta temprana para proteger la Constitución contra amenazas en ciernes.
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