BERLÍN – Alemania empieza este lunes un paulatino levantamiento de las medidas restrictivas con la apertura de establecimientos comerciales de una superficie menor a 8,600 pies cuadrados.
Las tiendas de bicicletas, las concesionarias de automóviles y las librerías podrán abrir sin importar su tamaño. Las reglas de distanciamiento social se mantendrán como mínimo hasta el 3 de mayo.
Sin embargo, no todos los estados federados empezarán este lunes con la apertura y Baviera, por ejemplo, esperará hasta la próxima semana.
En una videoconferencia de la dirección de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), Angela Merkel se mostró preocupada por la posibilidad de que la premura por reabrir negocios y permitir actos públicos en algunos estados federados de al traste con la contención de la pandemia.
A su juicio, esto eleva fuertemente el riesgo de una recaída, pues transmite a la ciudadanía la sensación de que se ha superado la crisis, lo que conllevaría una relajación de las actuales prevenciones, como la distancia social, el lavado frecuente de manos y las mascarillas.
Baviera anunció este lunes que impondrá a partir de la próxima semana la obligación de usar mascarillas, u otro tipo de protección de nariz y boca, en el transporte público y en las tiendas.
Joao Soria lidera el gobierno en Sao Paulo, Brasil.
Así lo anunció el primer ministro bávaro Markus Söder ante el parlamento regional, donde declaró que, ante el relajamiento de algunas de las disposiciones restrictivas para combatir el coronavirus, se requieren medidas especiales de protección y entre ellas está el uso de mascarillas.
“Esta semana se pide el uso de mascarillas u otra protección de nariz y boca. A partir de la semana próxima será obligatorio. Si relajamos las medidas tenemos que aumentar las formas de protección”, dijo Söder, presidente de la mayor región de Alemania.
Baviera se suma con ello a Sajonia y Mecklenburgo-Pomerania que ya antes habían impuesto la obligación de llevar mascarillas mientras que para los otros estados federados hay una petición a la población.
Los restaurantes, el sector más afectado por las medidas restrictivas, continuarán cerrados.
El biólogo que dirige el estudio considera importante vigilar los coronavirus similares al SARS en los perros salvajes para la lucha contra el SARS-CoV-2.
“Es lamentable que tenga que ser así pero en un restaurante es difícil tomar medidas de protección. El uso de mascarillas sería absurdo y el mantenimiento de las distancias entre los clientes no es fácil, sobre todo cuando hay alcohol de por medio”, dijo Söder al respecto.
Reiteró que los efectos económicos de la pandemia se notarán, independientemente de la velocidad con que Alemania vuelva a la normalidad.
“Mientras mercados importantes como EEUU estén en dificultades seguirá sufriendo nuestra economía. No se trata sólo de las empresas sino de puestos de trabajo y de nuestro bienestar”, señaló.
Por ello, agregó, el gobierno bávaro ha preparado un paquete de ayuda para la economía por valor de $65,000 millones, al margen de los planes del gobierno federal.
Los datos oficiales de este lunes indican que en Alemania se han registrado 141,672 casos de COVID-19 y han fallecido 4,404 personas, según el Instituto Robert Koch; el centro estadounidense Johns Hopkins estima que son 145,743 los contagiados y 4,642 las víctimas mortales.