Alemania y Dinamarca repatriaron desde Siria en una operación conjunta el miércoles por la noche a 14 mujeres ―ocho del lado alemán y tres del danés― supuestamente implicadas en la organización terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). Estas mujeres viajaron acompañadas de 37 niños ―23 entregados a las autoridades alemanas y 14, a las danesas―, según confirmó el ministro germano de Asuntos Exteriores, Heiko Maas. Tras la llegada del vuelo procedente del país árabe al aeropuerto de Fráncfort, Maas declaró: “Los niños no son responsables de su situación (…) las madres tendrán que responder por sus actos”. Tres de las mujeres repatriadas por Alemania fueron detenidas tras aterrizar.
Según las autoridades alemanas, todas estas mujeres están bajo custodia policial mientras se investiga su grado de implicación en la organización terrorista. Al menos seis de las ocho alemanas repatriadas tenían ya una orden de detención previa en su contra por cargos relacionados con terrorismo, según la agencia de noticias DPA. Otros ciudadanos alemanes sospechosos de formar parte del ISIS y repatriados desde Siria, han sido juzgados por delitos de ese tipo.
El ministro Haas declaró que, en lo que respecta a los niños repatriados, su país hará todo lo posible para ofrecerles “seguridad y un entorno adecuado” pues muchos de ellos precisan de “especial protección”. Algunos de estos menores tienen parientes e incluso tutores legales en Alemania.
Tanto las mujeres como los niños vivían hasta ahora en el campo de refugiados para familias vinculadas al ISIS de Al Roj, en el noreste de Siria, que cuenta en la actualidad con alrededor de 2.500 personas. Tras la proclamación de la victoria sobre la organización terrorista ―efectuada en marzo de 2019 por las Fuerzas Democráticas Sirias (la alianza opositora dominada por milicias kurdas)―, los campamentos sirios llegaron a albergar a más de 70.000 mujeres y niños, entre ellas unas 800 extranjeras, incluidas varias españolas y sus hijos, la mayoría en Al Hol.
El pasado mes de marzo, la organización Human Rights Watch (HRW) ―al igual que ya habían hecho otros grupos de derechos humanos― instó a los gobiernos occidentales a repatriar a sus ciudadanos retenidos en los campos de refugiados para familiares del ISIS en Siria. La organización cifró en 43.000 los hombres, mujeres y niños que malviven en esos lugares privados de libertad, de los que 27.500 son menores. HRW recordó entonces su derecho a un juicio justo y a no permanecer recluidos indefinidamente sin juicio ni cargos en su contra.
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Según esta organización de derechos humanos, que cita a Naciones Unidas, en los últimos dos años, 700 internos de este campo, la mitad de ellos niños, muchos de corta edad, han fallecido, en su mayoría a causa de unas condiciones “inhumanas” de vida. Los gobiernos occidentales se han mostrado reticentes a repatriar a sus nacionales con supuestos vínculos con el Estado Islámico por miedo a importar la semilla de nuevos actos terroristas o aumentar la radicalización en las cárceles.
Las repatriaciones a Europa se están produciendo por ello hasta ahora a cuentagotas. En otra operación conjunta en diciembre pasado, Alemania y Finlandia repatriaron a cinco mujeres y 18 niños, según la cadena británica BBC. Bélgica permitió el retorno de seis madres con sus diez hijos en julio. En septiembre de 2019, la Audiencia Nacional española- el tribunal competente en casos de terrorismo- ordenó detener a cuatro mujeres del ISIS, tres de ellas españolas y una cuarta de nacionalidad marroquí pero viuda de un español, por delitos de terrorismo. Las cuatro, con 18 niños a su cargo, estaban ya entonces en dos campos de refugiados en el noreste de Siria. Aún no han sido repatriadas a España.
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