Las chucherías que comen los niños hoy en día poco o nada tienen que ver con las que tomábamos nosotros en nuestra infancia. Sin embargo, sí hay algunas golosinas típicas que pasan de generación en generación y siempre están de moda. Es el caso del regaliz, aunque, tal y como alerta la Agencia Francesa de Seguridad y Salud Alimentaria (ANSES), hay que tener mucho cuidado con él porque, debido a su toxicidad, puede tener efectos «altamente nocivos» para la salud, e incluso causar la muerte.
El regaliz se lleva utilizando desde la antigüedad como remedio natural contra la tos o el estreñimiento, entre otros males. En la actualidad, esta planta es ingrediente de multitud de productos alimenticios, incluidas las chucherías. Por este motivo, es relativamente sencillo ingerir grandes cantidades de regaliz de manera habitual.
¡Cuidado con el regaliz!
La ANSES señala que puede » provocar intoxicaciones graves y potencialmente mortales, incluso en personas sanas», por lo que debe ser consumido «solo ocasionalmente y con moderación». La alerta se debe al número de casos de intoxicación que se registraron en Francia entre los años 2012 y 2021.
El estudio realizado por la agencia en colaboración con los centros toxicológicos mostró que durante este periodo de tiempo 64 personas sufrieron una intoxicación después de ingerir alimentos o bebidas a base de regaliz. El dato más preocupante es que el 42% de los pacientes desarrollaron síntomas de gravedad por un exceso de potasio en la sangre, como arritmias e hipertensión. Una persona que tenía daños hepáticos severos previos falleció.
Por este motivo, la ANSES recomienda consumir el regaliz solo de vez en cuando. Y recuerda que hay algunos medicamentos que potencian los efectos de esta planta en el organismo. Es el caso de algunos diuréticos que causan una pérdida de potasio en la orina.
El ácido glicirrícico se origina de forma natural en el regaliz, mientras que su sal amónica se elabora a partir de extractos acuosos de la planta. Ambos están incluidos en el listado de sustancias aromatizantes de la ecisión 1999/217/CE de la Comisión, de 23 de febrero de 1999.
El principal problema es que para los consumidores es complicado saber cuándo están comiendo demasiado regaliz. Aunque la presencia de este ingrediente se especifica en la etiqueta de los alimentos y bebidas, no siempre se hace referencia a la cantidad diaria máxima recomendada por las autoridades sanitarias.
El reglamento de la Unión Europea (UE) establece que los fabricantes deben indicar la presencia de regaliz cuando la concentración sea superior a 100 mg/kg o a 10 mg/l.
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