La libertad de informar a los ciudadanos sobre las causas de los disturbios y la respuesta de las autoridades son de vital importancia para que las democracias prosperen, asegura el organismo.
Vigilancia indebida, acoso, intimidación, palizas, daño a su equipo, arrestos, secuestros y hasta disparos enfrentan los reporteros por parte de las fuerzas policiacas durante la cobertura de marchas y protestas ciudadanas.
Un nuevo informe presentado por la UNESCO destaca el considerable aumento a nivel mundial, en la primera mitad de 2020, del número de manifestaciones en que la policía y las fuerzas de seguridad violaron la libertad de prensa.
Entre enero y junio, 21 protestas se vieron empañadas por ataques a periodistas, siendo incluso detenidos o asesinados.
En el documento Seguridad de los periodistas que cubren protestas: Preservar la libertad de prensa en tiempos de disturbios, señala una tendencia al alza en el uso ilícito de la fuerza por parte de la policía y las fuerzas de seguridad en los últimos cinco años.
Este informe forma parte de la serie de la UNESCO sobre las Tendencias mundiales en libertad de expresión y desarrollo de los medios de comunicación.
Según el informe, en 2015, se obstaculizó en el mundo hasta en 15 ocasiones el trabajo de periodistas que estaban cubriendo protestas.
Mientras que, en 2019, la cifra llegó a 32, lo que pone de manifiesto una creciente amenaza a la libertad de prensa y de acceso a la información en todas las regiones del planeta.
El documento también revela que, en los últimos cinco años, 10 periodistas fueron asesinados mientras cubrían protestas.
Acoso, arresto, espionaje e incluso la muerte.
Los periodistas se enfrentan a muchos riesgos cuando informan sobre las protestas.No importa las circunstancias, los periodistas SIEMPRE deben poder cubrir cualquier evento con total seguridad.
Nuevo informe https://t.co/CmdIFw7Kcz pic.twitter.com/uiHdLG0UKE— UNESCO en español (@UNESCO_es) September 14, 2020
Cada uno de estos asesinatos fue condenado en su momento por la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay.
En algunas marchas, se produjeron hasta 500 ataques diferentes, según el Comité para la Protección de los Periodistas (Committee to Protect Journalists o CPJ en inglés).
“Y, en ciertos casos, como algunos relacionados con el movimiento Black Lives Matter, la violencia causó lesiones permanentes, como las sufridas por varios periodistas, cegados por balas de goma o bolas de pimienta”, señala un comunicado de la UNESCO.
Durante la presentación del informe, Azoulay destacó que la libertad de informar a los ciudadanos sobre las causas de los disturbios y la respuesta de las autoridades estatales son de vital importancia para que las democracias prosperen.
En este periodo de cinco años, las protestas en todo el mundo han surgido por temas vinculados con la injusticia económica, la corrupción del gobierno, el declive de las libertades políticas y el creciente autoritarismo.
El organismo detalla diferentes tipos de abusos a los que se enfrentan los periodistas cuando cubren manifestaciones, entre ellos la vigilancia indebida, el acoso, la intimidación, las palizas, los disparos con munición letal o no letal, la detención, el secuestro y la destrucción deliberada de equipos.
Para garantizar una mejor protección de los periodistas, el reporte también aporta recomendaciones concretas a todos los actores involucrados, desde los medios de comunicación y las autoridades nacionales hasta las organizaciones internacionales.
El reporte @UNESCO demuestra que entramos a una etapa peligrosa para el periodismo. Con periodistas bajo fuego en un mundo polarizado, solo queda fortalecer la colaboración transfronteriza para la Investigación, defensa de prensa libre y desarrollo profesional. https://t.co/a4HnG06jhk
— Luis M. Botello A. (@lbotello) September 14, 2020
Entre éstas, figuran el fortalecimiento de la capacitación de la policía y los agentes del orden público en materia de libertad de expresión y comportamiento apropiado en el trato con los medios de comunicación; el suministro de capacitación y equipo apropiados a los periodistas –incluidos los independientes– enviados a cubrir manifestaciones; el nombramiento de defensores del pueblo nacionales para responsabilizar a la policía del uso de la fuerza contra los periodistas durante los disturbios, y el fortalecimiento de los mecanismos nacionales para la seguridad de los periodistas, señala el comunicado.