La organización llama a la solidaridad urgente de escritores, poetas y periodistas del mundo para que no se materialice una iniciativa que permitiría vigilar y fiscalizar de manera permanente el trabajo de centenares de periodistas.
El proyecto de Ley de Regulación de Agentes Extranjeros, que el gobernante Frente Sandinista está promoviendo en Nicaragua, representa una nueva amenaza que se cierne sobre las libertades de los ciudadanos, advierte la Junta Directiva PEN en ese país.
La iniciativa gubernamental obligará a quienes reciban fondos del exterior a inscribirse en un Registro de Agentes Extranjeros y reportar sus ingresos y egresos, con sanciones civiles y penales, incluyendo confiscación de bienes, a quienes no lo cumplan.
La medida afectará a los nicaragüenses que laboren como consejeros, relacionistas públicos, agentes de publicidad, empleados de servicios de información o consultores políticos, señala el PEN en un comunicado
“Estas personas tampoco podrán optar a cargos públicos ni a candidaturas de ninguna naturaleza, lo cual inhibirá de facto a todos los opositores al gobierno que deseen postularse en las elecciones generales de 2021”, dice.
La medida incluye a empleados de servicios de información, agrega, por lo que también se ejercerá absoluto control sobre centenares de periodistas, cuyo trabajo será desde ahora vigilado y fiscalizado de manera permanente.
Versión íntegra del documento difundido por la organización:
PEN Internacional-Nicaragua alerta por este medio a la opinión pública nacional, a la comunidad global de poetas, periodistas y escritores, y a todos los centros PEN a nivel internacional, sobre una nueva amenaza que se cierne sobre las libertades en Nicaragua.
Se trata del proyecto de Ley de Regulación de Agentes Extranjeros, que el gobernante Frente Sandinista está promoviendo desde el pasado martes 22 de septiembre, para ser aprobado sin dilaciones en la Asamblea Nacional (Parlamento), donde ese partido cuenta con mayoría absoluta.
La ley está dirigida a controlar de forma absoluta los fondos financieros que personas naturales y jurídicas reciban del exterior, con el argumento de evitar que se destinen a actividades que atenten contra “la seguridad del Estado”.
Con escasas excepciones, la iniciativa obliga a toda persona que reciba fondos del exterior, a inscribirse en un Registro de Agentes Extranjeros y reportar mensualmente sus ingresos y egresos, so pena de sanciones civiles y penales, incluyendo confiscación de bienes.
La medida afectará a los nicaragüenses que laboren “como consejeros, relacionistas públicos, agentes de publicidad, empleados de servicios de información o consultores políticos”. Estas personas tampoco podrán optar a cargos públicos ni a candidaturas de ninguna naturaleza, lo cual inhibirá de facto a todos los opositores al gobierno que deseen postularse en las elecciones generales de 2021.
Al incluir en la ley a “los empleados de servicios de información”, el gobierno ejercerá un absoluto control sobre centenares de periodistas que laboran para medios digitales emergentes y corresponsales de medios de prensa internacionales que perciben ingresos del exterior, cuyo trabajo será desde ahora vigilado y fiscalizado de manera permanente.
Amplios sectores de intelectuales, juristas, políticos y defensores de derechos humanos han alzado su voz en las últimas horas para rechazar esta iniciativa por considerarla “una aberración jurídica”, ya que vulnera los artículos 5, 6, 44, 48, 50, 51, 52, 55 de la Constitución Política vigente, la Ley de Participación Ciudadana, así como los tratados y convenios internacionales en materia de derechos humanos suscritos por el Estado nicaragüense.
PEN Internacional Nicaragua advierte sobre los peligros y restricciones que este proyecto de ley conlleva, al tiempo que emite un llamado a la solidaridad urgente de escritores, poetas y periodistas del mundo para con sus colegas nicaragüenses, a fin de que la iniciativa no se materialice.
Managua, 23 de septiembre 2020
Junta Directiva PEN Nicaragua
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PEN Internacional, fundada en 1921, es la más antigua organización defensora de los derechos humanos y también la más veterana de las instituciones literarias. Sus objetivos son promover la literatura y la defensa de escritores y periodistas perseguidos por expresar sus ideas. PEN tiene 140 centros en todo el mundo y es un organismo interlocutor de las Naciones Unidas.