Alex Palou tiene hoy (18.45 h/Movistar Deportes 2) una cita con la historia. El catalán, primer español en ganar el título de la IndyCar (2021), ahora quiere que su cara sea esculpida en uno de los trofeos más importantes del automovilismo mundial, el de las míticas 500 Millas de Indianápolis. El catalán, actual líder de la IndyCar, que fue 2º en 2021 en un final de infarto en su segunda participación en esta cita, y que el año pasado se vio perjudicado por una inoportuna bandera amarilla que le privó de pelear por la victoria pese a liderar gran parte de la prueba, volverá a intentarlo saliendo desde la pole, llevando por tercera vez seguida (en 4 participaciones) uno de los mejores coches de la parrilla (Chip Ganassi).
Hace una semana ya hizo historia como primer español que logra la pole en las 107 ediciones de la citada carrera. Y hoy quiere ser el primero en saborear la leche local que se entrega a los campeones, una de las tradiciones de esta mágica carrera.
Para ello, Palou asegura que llega mucho más preparado que nunca, con importantes lecciones aprendidas de las ediciones anteriores y con la ambición y seguridad de que puede ganar. En esta carrera puede vencer cualquiera y se suele decir que es la propia prueba la que elige el ganador, pero sabe que a su favor está el contar con un coche muy rápido. Para aspirar a ganar tiene claro que debe estar en el grupo de los 5 primeros a falta de los 20 giros finales, donde los aspirantes se jugarán la gloria
Un piloto único
Alex Palou quiere seguir conquistando América. Logró de forma espectacular la corona de 2021 en tan solo su segundo año en la categoría americana y en su primer curso en un equipo ganador como Chip Ganassi, superando a su compañero, el todopoderoso Scott Dixon. Confirmó en esa temporada el talento que le vieron muchas personas en su increíble historia hacia América.
Antes de aquello, Alex ya venía de brillar el primer curso. Debutó en 2020 con un coche modesto, el del Dale Coyne Racing. Lo hacía sin patrocinador, asegurando a MD que “si no lo hago bien, me enviarán a casa a jugar al Scalextric”. Se jugaba el puesto, sin poder hacer las jornadas de test previstas por la pandemia y sin haber probado antes un óvalo. Llamó la atención de todos con un increíble podio en su tercera carrera y confirmó que era un diamante como pocos en su estreno en la Indy500.
Los americanos empezaron a aprenderse su nombre al colarse entre los mejores en ‘qualy’ en sus primeras 500 Millas con uno de los coches más modestos y sin sponsors. Un año después, sería campeón del certamen.
Ahora, Palou afronta esta carrera como si fuera su última gran oportunidad. En las 500 Millas, nunca se sabe cuando podrás tener un coche tan bueno y rápido. Y tampoco se conoce su futuro.
Muchos candidatos
Tras conquistar el título de la IndyCar, las 500 Millas son el único gran objetivo que le queda en Estados Unidos al margen de repetir su corona. Irá a por ello hoy, consciente de los muchos candidatos que hay al triunfo.
Palou sale primero, como único motor Honda en el Top-5, rodeado de motores Chevrolet que en carrera pueden ir muy pero que muy bien. Rinus Veekay arranca segundo por delante de Felix Rosenqvist (3º), Santino Ferrucci (4º) y el mexicano Pato O’Ward (5º). Su compañero Scott Dixon saldrá 6º, con Alexander Rossi en la 7ª plaza, Takuma Sato en la 8ª, Tony Kanaan en la 9ª y el campeón del pasado año y también compañero de Palou, Marcus Ericsson, en la 10ª posición. Will Power sale 12º, Ed Carpenter, 13º, Josef Newgarden, 17º. Nadie es descartable. En las 500 Millas puede ganar cualquiera.
La carrera es la que elige a su campeón. Alex Palou quiere hacer méritos para que la propia Indy500 le acepte como histórico ganador en meta.