La periodista Ana Lilia Pérez y el escritor Fabrizio Mejía coincidieron en que el gobernador de la entidad está repartiendo culpas de algo que le toca resolver a él.
Lo que no dice el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, es el gravísimo problema que tiene el estado no solo en tortura, sino en desapariciones por parte de los cuerpos policiacos estatales y municipales, señaló el escritor Fabrizio Mejía.
Lo anterior, luego de que el mandatario estatal acusó que el conato de violencia en el que derivaron las protestas en las calles de Guadalajara por la muerte de Giovanni López, era producto de infiltrados y del partido Morena.
Mejía citó datos del Centro para la Justicia la Paz y el Desarrollo (Cepad), los cuales señalan que de las 816 quejas que han podido llegar a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, 80% de las torturas, lesiones y detenciones arbitrarias en Jalisco en los últimos años se las atribuyen directamente al fiscal de la entidad, Gerardo Octavio Solís Gómez, quien se desempeñó como procurador estatal del 2000 al 2005 y secretario general de Gobierno de 2005 a 2006, en la administración de Francisco Ramírez Acuña.
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“El 82% de los detenidos ilegalmente en el estado de Jalisco en lo que va del gobierno de Enrique Alfaro, son jóvenes. El 74% tiene apenas la primaria. El 5% no sabe leer y escribir. De estas denuncias, 59% fueron incomunicados, 57% recibieron amenaza de levantarles cargos falsos, 49% fue desvestido, 42% fue atado, vendado de los ojos y cubierta la cabeza, 38% fue presionado para denunciar a alguien falsamente”, señaló.
El escritor opinó que lo que está detrás de las acusaciones de Alfaro, es que está tratando de ocultar el grave problema de tortura y desaparición forzada, delitos que son cometidos por elementos policiacos contra los más pobres y jóvenes de la población tapatía.
Indicó que esta situación se simboliza en Giovanni López que era un albañil de 30 años, quien murió luego de que le dieron una golpiza y un disparo en el pie luego de ser detenido por presuntamente no usar cubrebocas; luego a su familia le ofrecieron 200 mil pesos para no dar a conocer el caso.
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Al respecto, la periodista Ana Lilia Pérez calificó como “completamente absurdos” los argumentos del gobernador jalisciense, pues consideró que “claramente pretende desviar la atención del problema de este caso que es la brutalidad policiaca”.
La escritora recordó que tuvo que pasar un mes para que este caso trascendiera a nivel nacional y que durante este tiempo no pasó nada por parte de la autoridad local, sino hasta que se organizaron las manifestaciones en Estados Unidos con la muerte de George Floyd y que tuvieron un eco en Jalisco.
“Jalisco ha sido identificada como un hoyo negro de México por ser en distintos momentos una entidad con mayor número de desaparecidos, pero al mismo tiempo se ha visto una omisión. Incluso, familiares de víctimas hablaban de una burla por parte de la autoridad local para llevar adelante las investigaciones no solo de asesinatos extrajudiciales, sino en el caso de desaparecidos, que para diciembre de 2019 cifraban más de ocho mil víctimas”, manifestó.
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Pérez sostuvo que lo que ahora le corresponderá a la autoridad local será hacer una investigación puntual, cuidadosa y apegada a la ley, la cual tendrá que venir acompañada de la solución en resolver los casos que están pendientes en la entidad, “más allá de la politiquería que quiere hacer el gobernador Alfaro y más allá de esta pretensión absurda de desviar la atención de un caso que le toca resolver directamente en vez de empezar a repartir culpas o repartir suspicacia”.
“El tema se llama impunidad, brutalidad policiaca y es algo que debe resolver el gobernador. El gobernador pretende desviar, la brutalidad policiaca ha sido una constante en Jalisco”, finalizó.
