Desde que el pasado 14 de marzo el Gobierno decretara el Estado de Alarma por la pandemia del COVID-19, Zoom se ha convertido en una de las aplicaciones más descargadas. Permite hacer videollamadas y reuniones virtuales para mantener contacto con el mundo exterior. Claro que el aumento de la popularidad en muchos casos trae consecuencias inesperadas. Desde hace unos días la aplicación está sufriendo numerosos sabotajes. El último es que algún gracioso está colando vídeos porno en las videollamadas.
¿Cómo lo hace? Te preguntarás. Pues bien, el «troll» se cuela en las videollamadas y utiliza la función de uso compartido para introducir contenido para adultos, obligando así a terminar la reunión de forma preiciptada.
La función de uso compartido se utiliza mucho en Zoom porque permite mostrar al resto de participantes archivos que el usuario tiene en su ordenador o dispositivo móvil: documentos, vídeos, canciones… Pero, ¿realmente puede cualquiera colarse en una videollamada a la que no ha sido invitado? Por desgracia, sí.
En Zoom hay una herramienta que permite que cualquiera que esté participando en la reunión virtual pueda compartir su pantalla sin solicitar permiso. Además, cualquier usuario que consiga el enlace de la videollamada puede unirse a ella sin más.
No se trata de un caso aislado. Decenas de usuarios en Twitter han denunciado públicamente que alguien ha introducido vídeos porno mientras hablaban a través de la aplicación con sus amigos y familiares.
Es lo que les ocurrió a las periodistas Jessica Lessin y Kara Swicher. Ambas organizaron un encuentro en la plataforma para debatir los retos de las mujeres en el campo tecnológico. El evento apenas duró 15 minutos ya que un usuario introdujo un vídeo pornográfico.
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