Los gatos son independientes, muy suyos y suelen tener una buena actividad por la noche. Todo ello es correcto, pero quizás hay una serie de mitos que envuelven a los gatos que creías verdad y no lo son tanto. Por ejemplo si hablamos de bebidas, siempre se relaciona al gato con la leche. ¿Pues sabías que muchos gatos no beben leche porque nos les gusta? Suelen beber agua porque tienen sed como todos nosotros.
Así que desmontamos uno de los mitos más extendidos. De hecho, algunos estudios establecen que la leche les puede sentar mal y provocar problemas intestinales. De todas maneras si tienes un gato, prueba a ver si le va la leche y consulta con el veterinario.
Tampoco es cierto que los gatos sean traicioneros. Siempre se les ha comparado con los perros, destacando que estos últimos son más fieles, pero los gatos también son fieles a sus amos y aunque si bien van a la suya, no nos traicionan. Siempre tiene que ver cómo se eduque al gato. De hecho, suelen ir detrás de su amo porque sabe perfectamente quien le pone la comida.
Los perros y los gatos se llevan fatal. Es otro mito, pues hay hogares en los que conviven toda clase de animales y no hay ningún problema. Es más, pueden dormir juntos y estar el día jugando, aunque ambos tienen diversas necesidades.
Se dice que los gatos son ariscos y nada cariñosos. Pero no es cierto. Estos animales también nos dan cariño y, cuando tienen frío especialmente, siempre quieren estar encima de su amo. Hay gatos más o menos cariñosos, otros más ariscos… depende de la raza y, como hemos indicado, de la manera en que estén educados. Los salvajes sí suelen ser algo más desconfiados porque están acostumbrados a vivir al aire libre y pueden arañar o escapar sin más.
Otro mito extendido tiene que ver con la superstición. Muchas personas no quieren cruzarse con un gato negro porque dicen que trae mala suerte. Esto es algo que está en la creencia de cada persona. Los negros suelen tener un pelo curioso y son muy bonitos, no tenemos porque desecharlos.
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