José Luis Martínez-Almeida acudió el pasado miércoles a Bruselas como comandante en jefe de los alcaldes del PP. Ataviado con un traje azul y corbata a juego, se presentó en el edificio central de la Unión Europea para lanzar unas críticas feroces contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Era el encargado de liderar las protestas de todos los regidores conservadores de España. El también portavoz nacional de los populares convocó a los corresponsales de los medios de comunicación nacionales en un patio. Allí, rodeado de un enjambre de micrófonos de diferentes colores, dijo:
―¡Debe reforzarse la gestión de los fondos europeos!
Visiblemente cabreado, continuó: “Se está produciendo una distribución arbitraria. Insisto, esto no perjudica al PP, esto perjudica a los españoles. Aquí somos todos iguales ante la ley. Todos tenemos que superar esta pandemia y los fondos europeos son determinantes para hacerlo con independencia de donde se viva y se gobierne. Esto es lo que hemos hecho y dicho en las instituciones comunitarias”.
Dos días después, según ha podido saber EL PAÍS, el alcalde de Madrid ha renunciado a solicitar decenas de millones de euros que iban a estar destinados a reformar el parque de viviendas de la capital. De los 160 millones que habían recaído sobre la Comunidad de Madrid, Almeida solo ha pedido 24. Según datos de la Consejería de Vivienda, ni siquiera se han agotado los fondos. La responsable en la región del Medio Ambiente y de la Vivienda, Paloma Martín, detalló hace unos días que había recibido la solicitud de 65 municipios de la Comunidad, entre los que se encuentra la capital, por un importe total de 112 millones de euros. A falta de unos días para cerrar el plazo, faltarían 49 millones de euros a repartir; de los que Madrid podría haberse beneficiado.
Según las fuentes consultadas, el Ayuntamiento de Madrid sabía perfectamente que podría pedir mucho más de 24 millones de euros. Sobre todo, analizando su parque de viviendas. Según los últimos datos disponibles, que son de 2011, el parque de viviendas de la capital ascendía por entonces a 1,5 millones de hogares. De estos, prácticamente el 80% están construidos antes de 1980: miles de ellos, incluso, sin ningún tipo de aislamiento energético. Y es precisamente aquí donde, tanto la Comunidad de Madrid, como el Gobierno central y la Unión Europea, habían puesto el foco para las rehabilitaciones. Sin embargo, el equipo de Vivienda de Almeida solo ha pedido 24 millones de euros para reformar alrededor de 12.000 viviendas. O dicho de otra manera: el 1% de todas las casas que necesitan reformas.
Las viviendas que serán reformadas se ubican en cuatro distritos: Usera, Latina, Carabanchel y Fuencarral. Fuentes regionales apuntan a que, incluso, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento hablaron de reformar más viviendas de las solicitadas, pero los representantes de Almeida cambiaron de opinión. “Hablamos incluso de hasta 11 zonas residenciales y ahora vemos que piden cuatro”, subrayan estas fuentes. “Esta petición es ridícula”, cuenta por teléfono Vicente Pérez Quintana, responsable de Urbanismo y Vivienda de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid. “Para nosotros el tema de la rehabilitación es un tema clave. Estamos hablando de edificios anteriores a los años 80 que no tienen incorporadas eficiencias energéticas. No se puede renunciar a pedir dinero. Cuando decimos que el 80% de las viviendas no son accesibles, estamos hablando de gente con 80 años que ya no puede bajar sola a la calle, de viviendas que podrían tener ascensores con estas ayudas y que ya no lo tendrán”.
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¿Por qué Almeida ha pedido únicamente 24 millones y solo ha seleccionado a cuatro de los 131 barrios de la ciudad? “Creemos que nuestra petición es realista y rigurosa”, subrayan fuentes del área de Vivienda del Ayuntamiento. “Hay que tener en cuenta que no se trata de pedir la mayor cantidad de dinero posible, sino de gestionar correctamente las ayudas con la mayor celeridad posible para ayudar a los vecinos”. Como señaló una nota de prensa de la Consejería de Vivienda de la región, todavía quedarían disponibles 49 millones de euros. ¿Madrid podría rehacer su petición y solicitar más millones? Sí, pero también descarta hacerlo.
“Teniendo en cuenta el parque de Madrid deberían haber optado por solicitar, al menos, 80 millones de euros”, cuenta por teléfono el concejal de Más Madrid, Paco Pérez. “Han sido incapaces de presentar proyectos para poder optar a los fondos europeos de acuerdo con la población y número de viviendas que hay en nuestra ciudad. La incompetencia y el desinterés de este equipo por Madrid ha dejado sin ayudas a decenas de barrios y a miles de ciudadanos”. Lo mismo sucede en el PSOE, que también preguntará por ello en la Comisión de Desarrollo Urbano este mismo miércoles. “Han dejado fuera a decenas de barrios”, cuenta el portavoz de Urbanismo del partido, Pedro Barrero. “Miles de ciudadanos de Madrid se han visto privados de obtener más fondos con el consiguiente peligro de no ejecutarlos y de que la cantidad se pueda reducir en los próximos años”.
La partida presupuestaria de los fondos europeos para la rehabilitación de viviendas comenzó a principios de año. La Comunidad de Madrid, también del PP, recibió del Estado el primer paquete de ayudas destinadas a mejorar los edificios de cientos de miles de madrileños. La distribución de este gran caudal de fondos se dividió entre todas las comunidades autónomas. A la región madrileña le correspondieron 160 millones. “Claramente, estos fondos son una oportunidad y una palanca de impulso a la economía del país y a la transformación del sector inmobiliario”, dijo en declaraciones al El Economista, María José Piccio–Marchetti, directora general de Vivienda y Rehabilitación de la Comunidad de Madrid. “El sector estaba muy centrado en la obra nueva y [con estas ayudas] ahora se abre una puerta al sector de la rehabilitación”. Madrid, sin embargo, no ha apostado por ello.
La renuncia de Almeida a solicitar más millones de euros se produce en un contexto de críticas suyas hacia la gestión de estos fondos. Hace varias semanas que el PP mantiene una ofensiva contra la distribución de los paquetes de ayudas europeos del Gobierno, acusándole de un supuesto reparto discrecional del dinero que sería la antesala de “irregularidades” y “corrupción”, según palabras del propio presidente del partido, Pablo Casado. Sin embargo, los populares españoles no han encontrado a casi nadie que respalde sus tesis. Al contrario, la Comisión Europea ha desoído sus quejas e incluso los responsables directos de la ejecución del plan, el vicepresidente Valdis Dombrovskis, de la familia popular, y el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, de la familia socialista, apuntaron que “cumple con los objetivos”, informa Manuel V. Gómez desde Bruselas.
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