Quedan pocas fechas ya para las elecciones en Madrid, el 4M, y las perspectivas para el PSOE no parecen excesivamente halagüeñas, a juzgar por las últimas encuestas y sondeos. Ya se vio cómo la candidatura de Gabilondo cambió su discurso, pasando de buscar el voto del centro a escorarse a la izquierda. De ahí que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, a la sazón portavoz nacional del PP, ve a los socialistas «nerviosos» ante la perspectiva de caer hasta ser sólo la «tercera fuerza» en la Asamblea de Madrid y verse superados por un Más Madrid al alza.
Así lo ha señalado en un mitin del PP en la plaza de Chamberí, donde ha acompañado al secretario general del partido, Teodoro García Egea, y a la secretaria general del PP madrileño, Ana Camíns. Junto a ellos, el presidente del PP de Chamberí, Jaime González Taboada, y varios ediles ‘populares’.
Martínez-Almeida ha hecho referencias a la «carita» que se le quedará a Pedro Sánchez «con el peor resultado del PSOE en la Comunidad de Madrid», y no ha descartado que pueda «batir récord siendo cuarta fuerza en el Ayuntamiento y tercera fuerza en la Comunidad».
«Quedan seis días para que el PP gane las elecciones y para mandar un mensaje a Sánchez: tic tac, tu tiempo se acaba en el Palacio de la Moncloa», ha lanzado entre aplausos. A continuación, ha bromeado con que el presidente del PP, Pablo Casado, tras el 4M, le encomendará, como regidor, desempadronar a Sánchez de La Moncloa para empadronarlo a él.
Ha dedicado unas palabras a García Egea, a quien le ha dicho que «en Murcia empezó todo», pues «Pedro Sánchez e Iván Redondo deberieron pensar Murcia lo ganamos fácil, pero estaban los murcianos y Teo y no les iban a dejar hacer una moción de censura fallida, que después fracasaría en Castilla y León». «Cuando hablan del efecto mariposa de Murcia, hay que hablar del efecto Teo de Murcia. Ahí empezó el fin de Pedro Sánchez», ha valorado.
Además, ha afeado a Sánchez el «miedo» que a su juicio tiene por salir a la calles, y ha preguntado a los asistentes si alguno «había visto a Sánchez por las calles de Madrid, interesándose por los problemas de los vecinos».
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