Este 8 de septiembre podría decirse que es uno de los días más especiales del año para la familia Mohedano. Como es tradición, todos ellos se han desplazado hasta Chipiona para ser testigos en primera línea de la tradicional procesión de la Virgen de Regla, la cual tiene lugar tan solo dos días después de la inminente emisión en abierto de En el nombre de Rocío.
En torno a las 18:00 horas de la tarde, todos los allegados de Rocío Jurado se han dejado ver en las inmediaciones del enclave en el que comenzaría este tradicional paseo a la Santa. Ellos se disponían a ver este hito histórico nada más y nada menos que desde el balcón de la casa Mi abuela Rocío, que año tras año servía de escenario perfecto para una serie de reuniones familiares que, dados los últimos hechos acontecidos, parecen ser cada vez más tensas.
Los primeros en dejarse ver han sido Rosa Benito y Amador Mohedano. Aunque la expareja ha permanecido muchos años distanciada, dados los ataques de la ex de Antonio David Flores, ambos han optado por unir fuerzas para combatir a la que ya es su máxima enemiga. Prueba de ello es una de las últimas imágenes en Instagram publicadas por la colaboradora de Ya es mediodía en Chipiona, en la que posa junto al que fuera su marido con la mejor de sus sonrisas. Eso es precisamente lo que han hecho durante esta tarde, cuando han sido fotografiados por las cámaras de Gtres mientras andaban, con paso firme y decidido, a ver a su querida Virgen de Regla. Ataviado con un polo de rayas y un sombrero veraniego, el hermano de “la más grande” caminaba seguido muy de cerca por la madre de Rosario Mohedano, que había apostado por una blusa anudada blanca y una falda con estampado rojo para la gran cita en la que ha cedido la palabra a su ex: “Tengo ilusión y alegría, pero no quiero hablar de nada”, confirmaba él, para después desvelar que su reconciliación con la ganadora de Supervivientes “está en manos de la Virgen de Regla”. Unos minutos más tarde, los dos y el resto de sus familiares se han dejado ver en el balcón, muy emocionados por volver a vivir un evento religioso de este calibre y que tanto significa para ellos y para la difunta esposa de Ortega Cano, que indudablemente tampoco querría perderse este día.
Precisamente durante esta jornada y por estas fechas, era habitual ver a Rocío Jurado disfrutar junto a sus seres queridos siempre que tenía oportunidad y su agenda se lo permitía, probablemente sin llegar a imaginar que unos años después, este día estaría ligeramente empañado por todos los secretos que su hija, Rocío Carrasco, está contando sobre su familia mediática, los cuales no les dejan en muy buen lugar.
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