“Un día eres un icono, al día siguiente, una amenaza”. Así se siente Amanda Gorman después de haber experimentado en primera persona la discriminación racial en Estados Unidos. La joven poeta afroamericana, que a sus 22 años se ha convertido en todo un referente en la sociedad estadounidense después de su lectura en la toma de investidura de Joe Biden, ha denunciado en sus redes sociales haber sido víctima de racismo después de que un guardia de seguridad la persiguiese en su vecindario por considerarla “sospechosa”.
Según su relato, que ha compartido en Twitter, Gorman cuenta que cuando regresaba a casa la noche del pasado viernes 5 de marzo, un agente de seguridad se le acercó y le preguntó si vivía allí. “Pareces sospechosa”, le dijo. Ella le mostró sus llaves antes de entrar en su edifico. “Se fue, sin disculparse”, agregó en su mensaje. “Es el día a día de las chicas negras: un día te dicen que eres un icono, al día siguiente, una amenaza”. “En cierto modo, tienen razón. Soy una amenaza: una amenaza a la injusticia, a la desigualdad, a la ignorancia. Cualquiera que diga la verdad y camine con esperanza es un peligro obvio y mortal para los poderes. Una amenaza y un orgullo”, escribió en una segunda publicación en la red social donde acumula más de 1,5 millones de seguidores.
Ganadora de varios concursos de poesía y licenciada en Sociología por Harvard, Amanda Gorman se convirtió en una estrella internacional con su poema The Hill We Climb (La colina que subimos), recitado el 20 de enero en Washington durante la ceremonia de inauguración del presidente estadounidense Joe Biden. El poema estaba destinado a ser un mensaje de esperanza y un llamado a la unidad, dirigido a un país dividido tras el mandato de Donald Trump.
Hija de una maestra de primaria en Watts, un barrio desfavorecido de mayoría negra y latina en el sur de dicha ciudad californiana, la poeta ha sido reconocida por su labor como activista en su comunidad, donde organizó un recorrido por las librerías del condado y donde da clases de escritura creativa para jóvenes como ella. “Mi origen me ha dado el valor de la educación. No solo para mí, sino para los otros… Me ha servido para llevar mi formación a otro nivel”, ha contado en alguna ocasión sobre su crianza. En 2015, autopublicó su libro de poemas The One for Whom Food Is Not Enough (Aquel para quien no es suficiente la comida), pero desde su actuación en la investidura tiene tres libros en preparación, uno de ellos ilustrado para niños, a los que quiere recordar que “tienen el poder de transformar el mundo”.
“La poesía es un arma, un instrumento para el cambio social”, comentó en la cadena nacional CBS horas antes de su participación en la toma de posesión de Joe Biden. Sus versos están llenos de los problemas que agobian a su generación, la marginalidad de las minorías, el cambio climático o la falta de igualdad económica. Y también habla del racismo, ese mismo que ha padecido pese a haberse convertido en la sensación mundial del año, tanto dentro como fuera de la población joven. Su lado revolucionario y activista hace que las marcas también la quieran como imagen de muchas de sus campañas y ya ha firmado un contrato de modelo con la agencia IMG. Y es que Gorman también se ha revelado como un potente catalizador de las ventas: las búsquedas de abrigos amarillos (+1.328%) o de diademas rojas (+560%) se dispararon en el agregador Lyst tras la lectura de su poema en la investidura de Biden. Lo mismo pasó unos días después cuando un vídeo suyo fue emitido en el célebre intermedio de la SuperBowl: su abrigo de Moschino se convirtió en el más deseado y el interés por estas prendas de la marca creció un 94% en el mismo buscador al día siguiente del encuentro deportivo.