Antonio Banderas se convertirá en un solterón de oro en Company, el nuevo musical que el actor dirige y protagoniza. El actor ha anunciado su apuesta por esta obra de Stephen Sondheim mediante la representación este miércoles de una escena de cuatro minutos y medio junto a buena parte del elenco, que es el mismo que trabajó para el malagueño en A Chorus Line, con el que estrenó su Teatro del Soho el año pasado. Sonriente y divertido, acompañado por una treinta de actrices y actores y una quincena de músicos sobre el escenario, Banderas ha cantado, bailado e interpretado un fragmento de la obra. Ha dejado claro que volver a las tablas le sienta de maravilla. “Ha sido muy bonito recuperar un poquito de lo que se nos ha robado”, ha subrayado en relación con la crisis sanitaria. Su versión de Company —estrenado en Broadway en 1970— apenas ha dado aún sus primeros pasos y no se podrá ver hasta otoño de 2021. Entonces, afrontará el “reto complicado” de permanecer durante al menos ocho meses en cartel en Málaga.
“No vamos a rendirnos, vamos a huir hacia adelante”, ha subrayado Antonio Banderas, que acaba de terminar el rodaje de la película Competencia Oficial junto a Penélope Cruz. Su cabeza borbotea de proyectos a medio y largo plazo, pero tiene en el corto un problema, el sanitario, con el que lidia como puede para mantener a flote su proyecto teatral. Para el nuevo trabajo, por ejemplo, no ha podido hacer grandes audiciones en las que seleccionar a su equipo pero, a cambio, mantiene la compañía titular de su primer musical. “Hicimos un gran esfuerzo y nos ha quedado un equipo muy potente”, ha dicho Banderas, que ha revelado algunos de los detalles de Company mientras ha insistido, una y otra vez, en la importancia que desde el teatro da a las medidas sanitarias con seguimiento médico al elenco, que ni siquiera sale a disfrutar de la ciudad y es sometido a constantes controles. “Mi positivo vino de fuera, de un evento al aire libre”, ha aclarado.
Su intención es plantear el espectáculo desde un escenario redondo con público a su alrededor. Una propuesta escénica “atrevida y complicada” que busca sorprender al público. También adaptará la obra desde un punto de vista muy personal que, como director, quiere plasmar. “A Sondheim le gusta ver su obra de diferentes maneras, no permite hacerla igual. Así que vamos a hacerlo más onírico”, ha dicho el actor, que se ha comprometido a ensayar el musical a partir del próximo agosto para tenerlo listo entre septiembre y octubre, cuando espera estrenarlo. Después, confía en alargar la temporada durante ocho meses: “He dicho a todo mi equipo que me reserven todo ese tiempo para esto”. El musical irá después a ciudades como Madrid, aunque ahí la presencia del actor se pone en duda. “La compañía ya es fuerte por sí misma sin mí”, ha adelantado.
Acompañado por su pareja, Nicole Kimpel, Banderas ha destacado la importancia de poder volver a un escenario, de ver las caras a su equipo, de sentir que siguen ahí. “Amamos lo que hacemos y luchamos para seguir haciéndolo”, ha contado para explicar el difícil momento que atraviesa la sociedad en general, pero la cultura en concreto y, más aún, las artes escénicas, “que no han podido refugiarse en las plataformas digitales como ha hecho el cine”. En su caso, ha conseguido mantener a la plantilla, en ERTE durante el estado de alarma, con la creación de Soho Televisión, que ya ha empezado a funcionar.
Mientras, en los últimos meses, ha programado y desprogramado numerosos espectáculos y, hoy, junto a la directora ejecutiva del Teatro del Soho, Aurora Rosales, ha presentado la nueva programación. La temporada arrancará el 31 de octubre con la obra Con lo bien que estábamos (Ferretería Esteban), de José Troncoso. Luego llegarán La Gaviota y una de las obras triunfadoras en los últimos premios Max, Shock (El cóndor y el puma), además de dos recitales con la Orquesta Filarmónica de Málaga y una doble sesión de una gala benéfica con Dani Rovira. Son las únicas entradas ya a la venta. Después de Navidad llegarán Viejo amigo Cicerón, Salut Salón, Eva contra Eva, Cris, pequeña valiente o El príncipe constante, además de un ciclo flamenco y la gala de los Goya, que Banderas presentará junto a María Casado. La temporada la cerrará la obra de producción propia En la Pista, de John Godber y en versión de Ignacio García May y la dirección de Marc Montserrat-Drukker, ya en el mes de julio.
Antonio Banderas ha destacado una vez más que el Teatro del Soho se ha convertido en un proyecto vital que nació del infarto sufrido en enero de 2017. “La gente vive a veces como si no se fuera a morir, pero yo no me quiero al otro barrio ir sin hacer cosas que me apetecían. Y el teatro está en el centro de mi vida: no puedo olvidar las noches de A Chorus Line con el teatro lleno. Estoy hambriento de tener esto en mi ciudad y de crecer”, ha insistido. Para ello, está planificando la creación de un segundo proyecto teatral, dirigido al talento joven, más flexible, centrado en las nuevas tendencias y ubicado en la Escuela Superior de Artes Escénicas de Málaga (Esaem); así como un proyecto de formación en todas las profesiones que rodean al teatro. “Pero para todo eso hace falta llenar el aforo [actualmente reducido a 500 personas] porque de otra manera no es rentable. Si conseguimos eso, los siguientes pasos se podrán ir dando con mayor seguridad”, ha concluido Banderas, que ahora levanta el telón palmo a palmo con la esperanza de atraer al público.
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