Este viernes, los espacios de opinión de la prensa nacional destacan que AMLO acusó de corruptos a los organismos autónomos, el cártel de Tláhuac, el papel de los medios en la agenda nacional y gobierno vs. ONG.
“Templo Mayor”, en Reforma:
“¿POR QUÉ odia Andrés Manuel López Obrador a los organismos autónomos? ¿O acaso es miedo el que le tiene a los contrapesos del poder presidencial? La pregunta es pertinente porque no hay día en que no haya un nuevo ataque en su contra. AYER, de plano, se aventó a acusarlos de ¡corruptos!, ya no sólo sin presentar pruebas, sino como si estuviera contando un chiste desde Palacio Nacional. A ESO se suma, por ejemplo, la ofensiva de Morena contra Alejandra Palacios, de la Cofece, para que comparezca en el Senado, pues la acusan de actuar de manera parcial y hasta de haber fallado a la legitimidad del organismo, cualquier cosa que eso quiera decir”.
“Bajo Reserva”, en El Universal :
¿Salgado y el mito del cártel de Tláhuac?
“Muy orondo anda Rigoberto Salgado, hoy diputado local de Morena, con la idea de disparar legalmente hablando una serie de demandas contra exfuncionarios de la CDMX, exservidores públicos federales y periodistas, por el caso del cártel de Tláhuac. El exdelegado en Tláhuac pregona que las autoridades federales —la extinta Procuraduría General de la República— cerraron la investigación que buscaba establecer vínculos del político con Felipe de Jesús Pérez Luna, El Ojos, abatido el 20 de julio de 2017 en un enfrentamiento con elementos de la Marina”.
“Estrictamente personal” de Raymundo Riva Palacio, en El Financiero:
“Salir todas las mañanas a sostener sobre sus hombros el peso del gobierno mexicano, controlar el mensaje, manejar los ciclos informativos e imponer la agenda pública del día, no debe ser nada fácil para Andrés Manuel López Obrador (…) El ritmo es agotador, y aunque mantiene el control de la agenda informativa todos los días, rara vez los temas de relevancia que subsisten en la opinión pública son los que originalmente llevó para plantarlos. La orientación de la agenda, más bien, la ponen los medios”.
“Duda razonable” de Carlos Puig en Milenio:
“Quienes hoy ocupan Palacio Nacional piensan que si se quiere influir en la política pública, no digamos hacer política pública o, como ellos, política gubernamental, hay que estar en la política. En un partido, en el Legislativo o en el gobierno (…) Con lo cual ahora las ONG tienen un segundo problema. Si estaba claro que no tendrían influencia por su cabildeo y a través de los medios, que serían ignoradas, tal parece que tampoco importa, para el gobierno y Morena, su conocimiento”.