“La relación con EU, aunque no lo quieran aceptar, es más tersa que nunca. Y eso es lo mejor que nos puede pasar”, destaca Excélsior.
“Frentes Políticos”, en Excélsior:
“Hay quienes suponen que la visita que hará esta semana Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, a Estados Unidos, es para ir a ‘echarle porras’ a Donald Trump. Y es que muchos de quienes en el inicio de la transición alertaban que el gobierno mexicano se sumergiría de lleno en un enfrentamiento con los estadunidenses, estaban seguros de que López Obrador colisionaría con Trump. Es más, apostaban a que México se volvería una extensión de los países bolivarianos. La realidad los hizo cambiar de opinión y ahora cuestionan la buena relación que se ha generado entre ambos mandatarios y, por extensión, entre ambos países. La visita a Washington marcará el inicio del T-MEC, pero, sobre todo, dejará en claro el nivel de respeto entre naciones. La relación con EU, aunque no lo quieran aceptar, es más tersa que nunca. Y eso es lo mejor que nos puede pasar”.
“Templo Mayor”, en Reforma:
“Quién sabe qué será peor: que el presidente de la República pretenda engañar a la gente con sus ‘otros datos’… o que él mismo se los crea. Porque de una cosa no hay duda: Andrés Manuel López Obrador sabe perfectamente que hay un gran hoy negro en las cifras oficiales de la pandemia del Covid-19. El mandatario presume como ¡un logro! que México tiene una tasa menor de muertos por cada millón de habitantes que Francia y que España. Lo cual es cierto… y es falso, ya que el propio subsecretario Hugo López-Gatell ha reconocido que la cifra real de fallecimientos es mucho más alta”.
“La Feria” de Salvador Camarena, en El Financiero:
“Saquemos cuentas a ver quién le debe a quién. Que López Obrador sea presidente es debido a su tesón, es cierto, pero en igual medida es atribuible a las circunstancias. Y éstas han sido moldeadas por las aspiraciones democráticas de los mexicanos de varias generaciones. Una de las formas en que la ciudadanía construyó esa realidad, en la que en 2018 cuajaron las ambiciones de AMLO, fue a través de reportes y debates aireados en la prensa. Dicho de otra manera, López Obrador tuvo en el periodismo, durante tres décadas, a un aliado, si se quiere circunstancial, pero sin el cual su llegada a Palacio sería impensable. AMLO sabe esto”.
“Trascendió”, en Milenio:
“En el festejo que organizó Morena por el segundo año del triunfo de Andrés Manuel López Obrador hubo una sana distancia doble. La primera impuesta por la emergencia sanitaria y la segunda por la ausencia del mandatario en el festejo virtual, en el que tampoco apareció la secretaria general, Yeidckol Polevnsky. Los morenistas aceptan que la elección de 2021 será más complicada sin la imagen del tabasqueño en la boleta, así que regresarán a hacer política barrio por barrio y casa por casa. Por cierto, fue extraño ver un mitin de la izquierda sin marcha ni plaza llena. Cosas de la nueva normalidad”.