Este lunes, los espacios de opinión de la prensa nacional destacan el llamado de López Obrador a que España ofrezca a una disculpa a los pueblos originarios de lo que hoy es México por la sangre derramada y las “violaciones a los derechos humanos” cometidas durante la “invasión” española hace 500 años”.
“Templo Mayor”, en Reforma:
“¡Qué curioso es el Presidente! No se atreve a castigar a los corruptos del sexenio pasado, pero sí exige disculpas de España por lo que ocurrió hace 500 años. Bajo esa lógica, Andrés Manuel López Obrador debería enviar cartas a Francia, para que pida perdón por la Guerra de los Pasteles; a Estados Unidos por las invasiones de 1847 y 1914; a Alemania por el hundimiento de 1942 de los barcos “Potrero del llano” y “Faja de oro”; a Holanda para que reconozca que no era penal; y ya encarrerados, a Panamá por la invención del reggaetón. Debe ser difícil para Marcelo Ebrard hacer malabarismo con la conciencia y la camba, exigiéndole disculpas al rey Felipe al mismo tiempo que se le disculpan a Nicolás Maduro todos sus atropellos a la democracia venezolana”.
“Bajo Reserva”, en El Universal :
La condecoración y el lío con España
“Con el pecho listo para recibir una condecoración por parte del presidente de la República, se quedó ayer el secretario de la Marina, el almirante, José Rafael Ojeda Durán. (…) La tripulación se quedó con las ganas de conocer a su comandante en jefe, pues el presidente Andrés Manuel López Obrador se fue a Comalcalco a grabar un video en la zona arqueológica, el mismo que ayer desató una polémica con el gobierno de España ante la revelación que el mandatario mexicano hizo de una carta privada que envió al Rey Felipe VI, en la que lo llamaba a que su nación le ofreciera una disculpa a los pueblos originarios de lo que hoy es México por la sangre derramada y las “violaciones a los derechos humanos” cometidas durante la “invasión” española hace 500 años”.
“Estrictamente personal” de Raymundo Riva Palacio, en El Financiero:
“Una vez más, Andrés Manuel López Obrador ha engañado con la verdad. La primera señal de que traía una espina clavada contra España se dio durante los preparativos para la toma de posesión en San Lázaro. Alejandro Esquer, secretario particular del entonces Presidente electo, revisaba los lugares de los invitados especiales, y cuando llegó al de los reyes de España, dijo que no habría dos asientos para ellos, sino uno. La reina Letizia tendría que sentarse separada de su esposo. Todas las objeciones diplomáticas fueron rechazadas. Finalmente, la reina no viajó a México”.
“Astillero” de Julio Hernández López, en La Jornada:
“Ahora, el tema ha llegado al rey de España y al Papa. Desde Tabasco, antes de iniciar la conmemoración de la batalla de Centla, conmemorativa de los 500 años de la batalla de los españoles contra la resistencia de los mayas-chontales, el presidente Andrés Manuel López Obrador precisó la exhortativa hecha para que se reconozcan los abusos cometidos por los españoles a partir de la conquista de lo que ahora es México. Y, desde luego, que ese reino hispano se disculpe, al igual que el Papa: la espada y la cruz como instrumentos de dominio”.