El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, reveló este jueves que cuando Arturo Zaldívar Lelo de Larrea era presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) podía hablar con él para solicitar que no se liberara a presuntos delincuentes y homicidas; al tiempo que acusó a la actual titular de la Corte, la ministra Norma Lucía Piña Hernández, de dar “licencia para robar” a los jueces y magistrados federales, argumentando su autonomía.
El mandatario reveló en su conferencia matutina que hablaba con Zaldívar, expresidente de la SCJN (2019-2022) que ahora está en la campaña presidencial de la candidata oficialista Claudia Sheinbaum, para solicitarle que conversara con los jueces sobre algunos fallos relacionados con la libertad de políticos y presuntos delincuentes.
Agregó que con Zaldívar podía hablar sobre los errores y fallas que cometía la Fiscalía General de la República (FGR) al momento de detener a presuntos delincuentes, evitando que quedaran libres por alterar o equivocarse al momento de reportar la hora de las detenciones, conforme a lo que marca el Informe Policial Homologado, la calificación y clasificación de los delitos cometidos.
“Cuando estaba el ministro Zaldívar de presidente de la Corte había más recato todavía, cuando había un asunto así de ese tipo, nosotros respetuosamente interveníamos; porque es que no solo es la libertad, aún cuando se trate de libertad domiciliaria para políticos, sino de la delincuencia organizada, acaban de suceder casos así donde los jueces protegen y ordenan que se libere a un delincuente en horas, no en 72 horas, sino en 24 horas y en sábado, (entonces) tenemos que andar pendientes para ver si no tienen otras órdenes de aprehensión”, afirmó.
Agregó que desde la ministra Norma Piña asumió el cargo en enero de 2023, las cosas cambiaron.
Entonces él ayudaba (Zaldívar). Llega la señora Piña y dice: ‘los jueces son autónomos’. O sea, licencia para robar. O sea, hagan lo que quieran. Porque así tiene fuerza al interior del Poder Judicial, o sea, es una relación de componendas y complicidades, como si se tratara de una mafia.
Sus acusaciones se producen después de que un juez dejó el martes en libertad procesal al exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) Emilio Lozoya, principal implicado en México en la trama de corrupción de la brasileña Odebrecht, para que siga su proceso en prisión domiciliaria tras más de dos años en prisión.
Lozoya, quien dirigió la petrolera del Estado de 2012 a 2016, era el principal exfuncionario del Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018) en la cárcel, lo que se enmarcaba dentro de la retórica anticorrupción de López Obrador.
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El gobernante mexicano denunció que los jueces “siempre han estado al servicio de una élite”, pero que el caso refleja que “ahora de forma abierta y descarada” están “en contra” de su Gobierno.
“Todos los casos los perdemos, amparan a las empresas que quieren tener el control de la industria eléctrica nacional, a las empresas extranjeras, protegen a los traficantes de influencias, a los corruptos, a los seudoambientalistas, seudodefensores de los derechos humanos”, criticó.
López Obrador ha chocado en varias ocasiones con Piña, la primera mujer que preside la Suprema Corte, con quien reconoció “diferencias” desde que asumió el cargo porque ha votado en contra de reformas del presidente.
Además, el mandatario denunció el año pasado que “apenas llegó la nueva presidenta (de la SCJN) y se desata una ola de resoluciones a favor de presuntos delincuentes”. EFE
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