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AMLO y Slim salvan a la 4ta Transformación (Artículo)

Por Heinz Dieterich

  1. Madurez política en las Alturas

En una extraordinaria muestra de madurez política, el hegemón de la economía mexicana Carlos Slim Helú, y el líder de la clase política azteca Andrés Manuel López Obrador, impidieron el colapso económico de la 4ta Transformación. Al evitar un largo y costoso litigio jurídico en instancias legales globales, sobre los inoperantes gasoductos del país –que el gobierno mexicano, sin duda, hubiera perdido– el hombre más rico de América Latina y el estadista más preclaro de la Patria Grande, reconocieron las precarias condiciones nacionales e internacionales, en que actúa el actual gobierno mexicano. Se logró una solución de ganar-ganar, como recomiendan la teoría de juegos, las ciencias militares (Clausewitz) y la diplomacia china (win-win). Y el pueblo mexicano se alejó del apocalíptico escenario, que han generado los ineptos neoliberales del Gran Capital en Argentina y Brasil, Macri y Bolsonaro, y el inútil autócrato socialdemócrata Maduro en Venezuela.

  1. El Sureste es el Futuro

Más allá del acuerdo logrado, los mega empresarios mexicanos que acompañaron al presidente en la mañanera del martes, certificaron con absoluta claridad, que tanto el proyecto económico de la 4ta Transformación como el manejo de la hacienda pública por parte del gobierno es adecuado y funcional. Ambos parámetros son prerrequisitos para lograr la deseada tasa de crecimiento del 4 por ciento del PIB, que, a su vez, es la precondición imprescindible para alcanzar el desarrollo y la paz social, que la nación anhela. Esa tasa de crecimiento, también lo dejaron claro, se centra en los 1,600 proyectos de infraestructura estatal-privada planeados y, en particular, las grandes inversiones del Sureste. Cualquier economista serio y honesto, cuya mente no está nublada por las tonterías del neoliberalismo que se enseñan en las universidades, coincide plenamente con esta racional postura macroeconómica.

  1. Escándalo ideológico

Todos los días oímos las mentiras de los ideólogos de derecha e “izquierda”, que pontifican contra el proyecto de la 4ta Transformación. Así que fue un respiro de aire fresco, escuchar las voces aclaradoras de gente que conoce el funcionamiento de la crematística de mercado desde adentro, desde la praxis. En palabras de Slim: “En los objetivos que tiene este gobierno creo que todos hemos estado 100% de acuerdo…Combatir la corrupción, la impunidad, crecer al 4% (anual), bajar el gasto corriente. Creo que hay unanimidad, hay un gran acuerdo”.

El hecho, de que esos mega empresarios tengan el conocimiento empírico del sistema de acumulación ampliada del capital moderno, obviamente no frenará la labor ideológica y desestabilizadora de ambas alas de la comentocracia nacional y global, la ultraderecha y la ultraizquierda. La ultraderecha, que tiene uno de sus centros de guerra sucia más importantes en Colombia (ver PanAmPost), seguirá atacando a la 4ta Transformación hasta poder sustituir a Amlo por un calibán neoliberal. Las nomenclaturas “zapatistas” y sus echo chambers (cajas de resonancia) aztecas y globales, apoyados por cohortes de mercaderes de “derechos humanos”, y la ultraizquierda dogmática pregonarán que ahora sí tienen la evidencia forense para comprobar lo que siempre han sostenido: que AMLO es un agente del capital y un represor de los pueblos. Que, por tanto, es imprescindible hacer la revolución socialista de una vez. 

 

  1. Tomar el Palacio de Invierno azteca

¡Muy bien! Una vez que nos muestren su plan macroeconómico para crecer 4% al año y sacar a los pobres de la miseria; y que Google les haya proporcionado las coordenadas del Palacio de Invierno en la Ciudad de México, para tomarlo con las armas y las masas, están listos para convocar a la revolución, como hicieron Lenin y los Bolcheviques en 1917. Y ya triunfantes con el Ejército Rojo azteca, se toman todos un selfie en la oficina de Amlo en el Palacio Nacional, con los tlatoanis del socialismo “neozapatista” y de los geniales académicos de la UNAM, que inventaron la “teoría” de los Caracoles del Sureste. Mientras tanto, no nos quedará de otra, que seguir con el modesto desarrollismo centrista del 4% de López Obrador y la cohabitación con los dueños del poder fáctico mexica.

  1. Clase Dominante y Transformación

El compromiso alcanzado establece una especie de cohabitación a la francesa. Pero, en este caso, entre el hegemón de la clase política y la fracción desarrollista del Gran Capital mexicano. El acomodo fue posible, por una fractura relativa en la oligarquía azteca, en la cual el capital extractivista que apuesta a la destrucción del gobierno Amlo, se quedó marginado. Es un déjà vu de la escisión de la clase dominante en 2018, que permitió el triunfo electoral y la toma de posesión de la presidencia, por parte de Andrés Manuel López Obrador. Ese tipo de ruptura relativa en la power elite fue lo que permitió a Bolsonaro llegar a la presidencia en Brasil. La diferencia entre ambos casos es, que en México se impusieron los desarrollistas y no, los sectores más reaccionarios del Gran Capital del país.

  1. Consolidar lo ganado

Desacuerdos tácticos y distanciamientos relativos entre las diferentes fracciones del gran capital son frecuentes y de extraordinaria importancia para todo proyecto de reformas estructurales, como el del presidente. López Obrador apenas respetó esta verdad en su tercera campaña electoral y ahora, por segunda vez, en la alianza estratégica con los dueños económicos del poder. Por supuesto, que coaliciones de este tipo representan, en términos sistémicos, equilibrios inestables, porque los intereses estratégicos de todas las fracciones de la clase dominante coinciden. Un hecho estructural clasista, que no se verá afectado por acuerdos tácticos generados por escenarios de ganar-ganar.

Por ahora, sin embargo, la cohabitación establecida es un hecho extraordinariamente positivo para la nación y el pueblo, porque se impuso la fracción de la elite en el poder, con la cual la coexistencia pacífica y de desarrollo socioeconómico del país es posible. Y esto no es poca cosa, si vemos lo que trágicamente está pasando en Brasil y Argentina.

Heinz Dieterich

Sociólogo, analista político, teórico marxista, asesor de Hugo Chávez, autor del “Socialismo del Siglo XXI” y más de 30 libros sobre la conflictos latinoamericanos. Nacido en Rotemburgo del Wumme, Alemania, y actualmente investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, en la Ciudad de México.

*La opinión aquí vertida es responsabilidad de quien firma y no necesariamente representa la postura editorial de Aristegui Noticias.




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