La familia de Álex Lequio y sus numerosos amigos se han reunido esta tarde en la iglesia de Nuestra Señora de la Moraleja para despedirlo. Ha sido por expreso deseo de sus padres, un acto alejado de todo protocolo social y en el que ha primado la cercanía y los afectos que el joven despertaba entre los suyos. El hijo de Ana Obregón y Alessandro Lequio falleció el pasado 13 de mayo en Barcelona después de estar luchando durante dos años contra un cáncer. Al suceder su muerte en plena pandemia, el entierro se realizó con la sola presencia de sus progenitores y de Carolina Monje, su novia. Desde ese día, Obregón ha esperado el momento oportuno para organizar un funeral a modo de despedida a su hijo que el pasado 23 de junio hubiera cumplido los 28 años.
Los primeros en llegar a la iglesia minutos antes de las 20.00 horas han sido Ana Obregón y Alessandro Lequio. La actriz lo ha hecho acompañada de una de sus hermanas y de la pareja de su hijo, Carolina Monje, a quienes cogía de la mano; y el presentador iba unos pasos por delante de su esposa, María Palacios.
Ana Obregón no se ha dejado ver en público hasta hoy. Solo hay alguna imagen de ella en el cementerio de Tres Cantos, donde descansan los restos mortales de su hijo, y en la iglesia de La Moraleja a donde acude a rezar y en los últimos días a organizar la misa funeral. Alessandro Lequio sí se ha incorporado a su trabajo como colaborador en Mediaset aunque no ha hecho declaraciones sobre el duelo que vive, solo se ha limitado a dar las gracias por las muestras de afecto que ha recibido él y toda la familia.
Los padres del Álex Lequio se han mostrado muy unidos en el dolor dándose apoyo mutuo. Es habitual que el conde visite la casa de Obregón, que se encuentra en todo momento acompañada de sus hermanas. Ellas han sido las que han informado de que la artista está muy afectada. Los mensajes de la actriz en las redes sociales, todos ellos dedicados a su hijo, muestran a una madre rota por el dolor.
En un día de temperaturas extremas en Madrid, los asistentes al acto han acudido al funeral enlutados y con las correspondientes mascarillas. Además de los familiares y amigos de la familia y del desaparecido Álex Lequio, también se han podido ver algunos rostros conocidos entre los asistentes. Por ejemplo a la representante Susana Uribarri con su hija Carlota, al que fue compañero de Ana Obregón en varios programas de televisión y pareja durante la transmisión de las campanadas de Nochevieja, Ramón García acompañado de su esposa Patricia Cerezo, los colaboradores de Telecinco Terelu Campos y Luis Rollán o el presentador y escritor Boris Izaguirre.
También ha acudido a trasmitir las condolencias a los padres de Álex Lequio el presidente del PP, Pablo Casado, Paloma Lago exesposa del hermano de Ana Obregón, Javier García Obregón, o la prima del rey Felipe VI, María Zurita. Tampoco ha faltado el hermano de la actual mujer de Alessandro Lequio, Borja Palacios, que tras el fallecimiento del joven se ha sabido que compartía una buena amistad con el hijo de su cuñado y que él mismo también se está enfrentando en este momento a tratamiento para combatir el cáncer que padece.
Hace solo una semana, el pasado 23 de junio, Ana Obregón que desde el fallecimiento de su hijo se refugia en su casa donde la visitan sus hermanas y su expareja, Alessandro Lequio, recordaba a su hijo en las redes sociales en el que hubiera sido su 28 cumpleaños. “Hace 28 años de mi foto favorita a los pocos días de tu nacimiento. Llegaste la noche más mágica del año y me regalaste un significado para esta vida que hasta entonces no había encontrado. Tengo el honor de ser tu madre, de haberte visto crecer, jugar, estudiar, reír, superarte, madurar, trabajar, brillar, amar, dar, sufrir, llorar y luchar hasta el final como un gladiador. Tu película favorita”, escribió acompañando una preciosa fotografía en la que ella sostiene entre sus brazos a su bebé a los pocos días de nacer.
Hoy, finalmente Álex Lequio ha sido despedido en Madrid, en la parroquia de la urbanización que le vio crecer y con los amigos y familia que han servido de bálsamo a la pena de unos padres que han estado junto a su hijo durante los dos años en los que el joven se ha enfrentado al cáncer que afrontó con ejemplar optimismo pero que terminó por doblegarlo.
Source link