El pasado mes de noviembre Ana Rosa Quintana revelaba en directo en el programa que lleva su nombre que le habían diagnosticado cáncer de mama. “Hoy me quiero despedir por una temporada, espero que no sea muy larga, me han encontrado cáncer en una mama”, comenzó diciendo. “Espero que no sea larga, me han detectado un carcinoma en una mama. Afortunadamente está localizado y no hay metástasis, pero requiere un tratamiento intenso que me va a mantener alejada de este plató de estos compañeros que también son mi familia…”, añadió visiblemente emocionada.
Motivo por el cual se encuentra alejada del medio que la ha visto crecer profesionalmente y de cualquier evento público. Sin embargo, su reincorporación es inminente, ya que tendrá lugar después de las vacaciones, en el mes de septiembre. Sin embargo, mientras llega ese esperado día en el que sus compañeros y la audiencia la recibirán con los brazos abiertos, Ana Rosa irá retomando sus compromisos sociales.
De hecho, el próximo martes 21 de junio acudirá a un evento al que ya ha confirmado su asistencia que tendrá lugar en la Terraza Ginkgo Sky Bar de Madrid. Enclave en el que se reencontrará con Gloria Camila, Sonia Ferrer, Luján Argüelles, entre otros. La nota musical la pondrán artistas de la talla de Marta Sánchez. La gran reaparición tendrá lugar a partir de las 20:00 horas, tal y como ha podido confirmar Semana.
Hace unas semanas, ya se dejó ver en la plaza de toros de Las Ventas, donde dio el último parte sobre su estado de salud. La comunicadora, que se mostró optimista declaró que está deseando “empezar la vida otra vez”.
Su última aparición en redes sociales
A través de las redes sociales, Ana Rosa Quintana ha ido dando detalles sobre este proceso con el que está lidiando con la mejor de las sonrisas. La última vez que publicó un post en su cuenta de Instagram fue el pasado 6 de abril. En dicha publicación aparece relajada realizando yoga. «Ya hay estudios sobre la efectividad del yoga como apoyo en pacientes con cáncer de mama. Pero yo no vengo a hablaros de estadística ni de lo que piensan unos u otros. Yo vengo a hablaros de lo que yo vivo en primera persona», comenzó diciendo.
«Esta es posiblemente una de las experiencias más bonitas que he tenido desde que soy profesora de yoga. Ana y yo nos conocemos y practicamos yoga desde hace ya años. Cuando la diagnosticaron, lejos de abandonar la práctica y después de consultar con su oncólogo, decidió continuar. Estos procesos, son procesos duros física y emocionalmente así es que hemos ido adaptando la práctica según las necesidades del momento (…) Hoy sólo puedo decir que estoy muy orgullosa de ella, de su trabajo y perseverancia, de su esfuerzo, de sus ganas de luchar contra la enfermedad, de sus ganas de vivir, siempre con una sonrisa. Escuchando su cuerpo de una manera más consciente, trabajando la energía con sensibilidad y respeto. Espero que este post sirva para el aliento de muchas mujeres que puedan estar en una situación similar, transmitiéndoles que se puede, de verdad que se puede», sentenció.