Una montaña rusa de emociones y de cambios. Eso es lo que está viviendo Anabel Pantoja desde que finalizara su aventura en Supervivientes 2022. Han sido tres meses viviendo una selvática experiencia en los Cayos Cochinos, algo que ha trastornado considerablemente su vuelta a la civilización. Poco a poco, la colaboradora está retomando el contacto con la que era su vida antes de partir rumbo al viaje que le ha cambiado la vida por completo ya que nunca se había enfrentado a un reto así, además de encontrar el amor en los brazos de Yulen Pereira.
Una de las cosas que ha vuelto a hacer tras tres meses desconectada del mundo ha sido recuperar su actividad en redes sociales. Durante su concurso, era una persona de confianza quien gestionaba su cuenta en Instagram, destinada mayoritariamente a apoyarla en su día a día en Honduras. “Ya no me acordaba ni de grabar una storie…”, ha dicho mientras se grababa en modo selfie para su 1,7 millón de seguidores. A través de unos breves vídeos ha contado cómo está afrontando el regreso al mundo real y desde luego que está siendo de todo menos fácil.
Anabel Pantoja ha desvelado las secuelas que sufre y algunas de ellas le están incomodando de lo lindo su estancia en Madrid. La sevillana se encuentra viviendo en un espectacular ático con vistas a la Puerta de Alcalá. Unas vistas majestuosas desde las que hizo su último desnudo que tanto revolucionó las redes. Sin embargo, la vivencia no está siendo idílica: “Me molesta el tema de los ruidos, hasta el del aire acondicionado. Paso unas noches de locos, dando vueltas y vueltas…», ha relatado. Justo en ese momento sonó un claxon de un coche y se sobresaltó: «¡Uy!, me molestan los pitos, las sirenas… todo. Y eso que estamos en agosto en Madrid…».
Otro de los hándicaps que ha encontrado en su vuelta a la gran ciudad es el ansia por comer. El hecho de haber pasado muchas necesidades alimenticias en Supervivientes está haciendo que ahora devore, algo que intenta controlar en la medida de lo posible. Hubo una cosa que Anabel Pantoja llevó rematadamente mal en el país caribeño: “La higiene me ha matado, estar sucia es lo peor que me ha podido pasar en este concurso, ser sucia». Otra de las complejidades que se ha encontrado es el no poder pernoctar en una cama: «Quiero dormir en el suelo», apunta.
Lo cierto es que el vaivén de emociones para Anabel es considerable. Su concurso ha estado marcado por su incipiente historia de amor con Yulen, sin lugar a duda una de las grandes tramas de esta edición. Tras la finalización del reality se reencontraron en el plató del programa y no dudaron en besarse y abrazarse apasionadamente ante las cámaras. Su historia continúa e incluso el deportista ya conoce a Merchi, su suegra, de la que dice que “es maravillosa”. Los últimos días los han pasado juntos en Madrid, donde han aprovechado para hacer algunas compras por el centro de la capital. Desafortunadamente, ambos tendrán que separar sus caminos próximamente para emprender planes veraniegos por separados que los llevarán a ver a sus familias.
Otro momento tremendamente duro para sus emociones fue el reencuentro con su exnovio, Omar Sánchez, en Déjate Querer. Han pasado varios meses desde su ruptura, algunos cruces de acusaciones y demás desplantes, pero finalmente se vieron las caras. La expareja limó asperezas y reconocieron que, aunque su relación se hubiera acabado todavía se quería: «Me alegro mucho de que te hayas enamorado, de verdad. Yo quiero toda la felicidad para ti. A pesar de todo, te voy a querer siempre. Eres una persona que ha estado cuatro años en mi vida y no tengo ningún reproche hacia ti”, le dijo el canario. Algo a lo que una lacrimógena Anabel Pantoja contestó así: «Tenía que verte a ti primero porque te lo mereces y porque te quiero. No puedo hablar en pasado de que te he querido».