Para Rebeca Villalobos, autora del libro El culto a Juárez, el homenaje de AMLO al Benemérito de las Américas en Washington es muestra de la vigencia de un símbolo e ideal político.
Benito Juárez se convirtió en el gran referente de estadista, de buen gobierno, de legitimidad y de política, valores que siguen vigentes y que explican las acciones del Presidente Andrés Manuel López Obrador durante su visita a Washington, cuando rindió homenaje al Benemérito de las Américas.
“Lo que ocurrió ayer es una muestra de esto, no es la primera vez que ocurre ni mucho menos. Benito Juárez ha tenido presidentes que lo han admirado, López Obrador no es el primero; por ejemplo, López Mateos escribió muchas cosas sobre él”, señaló la investigadora Rebeca Villalobos Álvarez en entrevista en Aristegui en Vivo.
El culto a Juárez está ya muy normalizado en el oficialismo, incluso atenuado, si se piensa que su último gran momento fue 1972, con el llamado Año de Juárez, durante la presidencia de Luis Echeverría, dice Villalobos Álvarez, autora del libro El culto a Juárez. La construcción retórica del héroe (1872-1976), de próxima circulación.
Para la catedrática e investigadora, 1972 fue el punto culminante, si no el año como tal, sí la inauguración del último gran proyecto monumental al héroe, Cabeza de Juárez.
Los usos políticos de la historia y los usos de la figura de Juárez tienen una historia ya muy larga en México, afirmó.
Mientras escribía el libro, agregó, pudo constatar la admiración de López Obrador por Juárez, que constituye un referente de ideal político, en el que comulgan el gran eje del soberanismo de la defensa nacional y la defensa de la legalidad.
Generalmente, cuando se habla de soberanía en México, señaló, se alude a Juárez como referente.
“Eso no sólo fue así a finales del siglo XIX o durante el porfiriato o en los años 50 del siglo XX; es un fenómeno que nos acompaña, lo mismo con el asunto de la legalidad y el laicismo”.
En el caso de Abraham Lincoln, a quien también rindió homenaje López Obrador durante su visita a Estados Unidos, guarda muchas coincidencias con el héroe mexicano, por lo que suele comparárseles.
La construcción del héroe
En su libro El culto a Juárez, Rebeca Villalobos Álvarez analiza cómo se fue construyendo una figura mítica de este político tan importante, sobre todo a raíz de su muerte.
“Aunque Juárez fue un político admirado en vida, venerado y fotografiado, pintado en retratos y demás, en realidad esta peculiar transformación de la figura política, del hombre de carne y hueso, en un símbolo, no sólo político sino cultural, es lo que en gran medida explica episodios como el que vimos ayer con López Obrador”.
Explicó que la muerte de Juárez fue un suceso que conmocionó a las élites liberales, que estaban muy enfrentadas entre sí en esos momentos.
Juárez había recibido mucha crítica en los últimos años de su gobierno, que fueron los últimos de su vida también, pero tras su muerte se da algo que ocurrió también con Lincoln, se creó todo un culto alrededor del funeral, que en el caso de Juárez fue el primer funeral de Estado.
“En México, se generó todo un ceremonial luctuoso, muy ceremonioso, laico, pero muy fervoroso en torno al cual se creó un objeto de culto político”, dijo. “La imagen de Juárez ha sido fundamental desde entonces, aunque no desaparecieron todas las críticas a su gobierno, su imagen fue enaltecida de tal modo que se convirtió en un emblema de referentes morales y de valores cívicos indiscutibles”.
Los referentes más claros alrededor de su figura son precisamente el de la soberanía, el valor civil y la legalidad, referentes rodeados de todo un ritual cívico, que empezó siendo funerario, pero que en el porfiriato se organizó desde el oficialismo, para potenciar no sólo la imagen de Juárez, sino la del propio Porfirio Díaz.
“Desde entonces, surge la institucionalización del culto, que supone no sólo la creación de efigies, retratos al óleo, etcétera, sino verdaderamente en la preeminencia de la imagen de Juárez, tanto visual como simbólica, en buena parte de los aspectos de nuestra cultura política”.
El paralelismo con Lincoln
Abraham Lincoln es una figura muy similar a Benito Juárez y, en esa medida, suele comparárseles, son referentes de la soberanía y de la unidad nacional.
“Son figuras simbólicamente muy poderosas, porque su imagen ha sido utilizada no sólo por gobiernos, sino por sectores sociales, grupos de oposición de muy distinta índole”, dice Villalobos Álvarez.
A la investigadora no le sorprende el que en su visita a Estados Unidos, López Obrador rindiera homenaje a ambos personajes de la historia.
El paralelismo con Lincoln tampoco es nuevo, explicó, surgió desde la misma época de ambos presidentes, pues las afinidades eran claras, pero se fueron explotando en el culto a Lincoln en Estados Unidos, que surge en condiciones muy peculiares, porque al principio es una figura fundamental, que aglutina sentimientos, como en el caso de Juárez, como la certidumbre respecto al futuro político o la unión; algo similar, aunque probablemente menos catastrófico, porque la muerte del Lincoln, llamada en la literatura estadounidense la gran calamidad, literalmente conmocionó al mundo político.
“La muerte de Juárez probablemente no se haya percibido como tal catástrofe, pero desde luego también aglutinó esos sentimientos y dio paso a la equiparación de los personajes en función de características que son muy importantes en el ámbito del pensamiento político”,
Como las referidas por el presidente en relación con la soberanía o con la idea de soberanía.
“En parte, el presidente también es deudor de esta idea, la noción tanto de Juárez como del Lincoln”.
Villalobos Álvarez destaca las características de ambos personajes, que vienen de un sustrato humilde, que se hacen a sí mismos, en el caso de Estados Unidos la figura del self make man, muy en consonancia con la idea del Sueño Americano.
“Y en el caso de México, la noción muy problemática, sobre todo a la luz de la discusión actual, que es la del indio sublime; Juárez, como todos sabemos, tuvo un origen indígena, zapoteco; su primera lengua no fue el español y una de las primeras cosas que llama la atención de la imagen heroica de Juárez es su extraordinaria trayectoria vital, desde indio pastor hasta presidente de la República, que es una imagen que se repite y se repite en todos los relatos en torno al presidente”.
El uso político del héroe
Por razones muy distintas, pero que comulgan en enaltecer la figura del héroe, es a veces muy eficaz para sintetizar, por ejemplo, temores colectivos.
“Cuando murió Juárez, el gran temor era poder sostener el gobierno republicano, las élites estaban muy enfrentadas entre sí y uno podría decir que el primer uso político de la figura póstuma de Juárez es la de servir como un elemento de unión y no de separación”, narró.
A partir de este momento, porque eso no ocurría antes, al contrario, sus adversarios se fueron multiplicando en los últimos años de su gobierno, pero a raíz de la ceremonia luctuosa que se iba repitiendo año con año y Juárez tuvo muchos adeptos, no sólo por parte del oficialismo, sino de seguidores espontáneos, que no formaban parte de una estrategia gubernamental o propagandística.
“En esa medida, se puede decir que las primeras construcciones de esa efigie pétrea, de este héroe broncíneo, que no se inmuta ante nada, la famosa expresión del Juárez impasible; esto va surgiendo precisamente en esas primeras décadas posteriores al 18 de julio de 1872, como un símbolo de unión entre las facciones liberales y, más tarde, como un referente del ideal político”.
La comunión del gran eje del soberanismo de la defensa nacional y, una idea igualmente poderosa, la defensa de la legalidad,
“Por eso, la idea del héroe civil es la que suele referir o explicar la figura heroica de Juárez, el civilismo estaría formado por estos dos componentes, el fervor patriótico, por un lado; el amor a la patria, que es lo que moviliza la defensa de la soberanía, el respeto a la ley y, finalmente, la humildad”.
“La humildad que se define no sólo por el origen, sino por saber llegar a la posición de poder, defendiendo está austeridad o esta humildad originaria, yo creo que esos serían los tres componentes que tanto en el caso de Lincoln como en el caso de Juárez potencian tremendamente la construcción de una figura heroica”, concluyó.
*El libro El culto a Juárez. La construcción retórica del héroe (1872-1976), de Rebeca Villalobos Álvarez (Grano de Sal 2020) se presenta el 18 de julio.