El mes de septiembre ha llegado, y con él los premios Emmy. Como es tradición desde hace 74 años, el Microsoft Theatre de Los Ángeles ha acogido una nueva edición de estos galardones en los cuales se premia a las mejores series del año. Una jornada muy especial en el panorama cinematográfico internacional que ha contado con una serie de mejores momentos que no han pasado desapercibidos para la audiencia.
Como no podía ser de otra manera, el evento contaba con un photocall previo al inicio de la cita. Decenas de celebrities posaron en la alfombra roja con su mejor sonrisa, entre las que destacó Emily Heller, la cual hizo gala de su característico buen humor al escoger un outfit que adornó con un folio en su espalda sobre el que podía leerse “¡Pégame!”. Una declaración de intenciones totalmente distinta a la de la directora Karyn Kusama, que lucía frente a las cámaras un bolso con la siguiente frase: “Prohibiciones fuera de nuestros cuerpos”. Un mensaje directo hacia la polémica que gira en torno al aborto en Estados Unidos. Por otro lado, Nicholas Hoult sacaba a la luz su lado más romántico con una pequeña etiqueta en la manga de su blazer: “Si puedes leer esto, te tengo que amar por haberte dejado acercarte tanto”.
En cuanto a looks destacados, sin duda resaltó sobre el resto el de la actriz Laverne Cox. Aunque todos los invitados e invitadas quisieron hacer gala de su exquisito gusto estilístico, la intérprete marcó la diferencia con un diseño de lo más futurista basado en un mini vestido de manga larga, hombreras y detalles brillantes en una falda armada y un pecho a tono.
Pero, si algo llamó considerablemente la atención fueron las parejas icónicas que quisieron posar en esta alfombra roja unidas. En primer lugar, hicieron lo propio Steve Martin y Martin Short, el dúo cómico del momento en lo que a las series se refiere. Después, les siguieron Hannah Einbinder y Jean Smart como perfectas protagonistas de Hacks, coronándose además como dos de las favoritas de la noche.
En cuanto a la ceremonia, el presentador Kenan Thompson quiso referirse a algunos de los temas más candentes de la actualidad: los problemas económicos de Netflix, la poca audiencia de Showtime, las novias de Leonardo DiCaprio, la falta de diversidad racial en Sucesión… Para después dar paso a la animación característica de la gala, primero gracias a Los Simpson con Moe siendo víctima de una broma telefónica de Bart Simpson, y después con Homer como gran ganador de un premio Emmy. Lo que nadie podía llegar a imaginar, es que poco después la aterradora muñeca de El juego del calamar volvería a la carga cuando dos de sus protagonistas en la ficción se disponían a dar un premio.
Para poner el broche de oro a la cita, Jimmy Kimmel actuó al hacer creer que había tomado muchos cócteles en la barra, pasando Will Arnett al primer plano para sacarle a la fuerza y protagonizar un momentazo que hizo que todos los allí presentes sonrieran.
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