“Frentes Políticos”, en Excélsior:
“Carlos Miguel Aysa, el gobernador de Campeche, justificó su mala administración y achacó que los daños por Covid-19 a empresas estatales fueron mínimos, sin embargo, IMCO y México Cómo Vamos exhibieron el nulo avance económico en el estado. Aún no se llega a la recuperación prometida. En un video que se transmitió en las redes sociales, televisión y radio de Campeche, el mandatario reconoció que la pandemia propició la pérdida de empleos y un golpe a la economía local, pero con las acciones públicas instrumentadas, dijo, ‘se generó mayor actividad económica’. Cuando los gobernantes faltan a la verdad, rápidamente son señalados. Ya no halla cómo esconder lo malo de su gestión. No puede”.
“Templo Mayor”, en Reforma:
“Si es inocente o culpable Ricardo Anaya, eso lo tendría que decidir un juez con base en las pruebas que le presentara la FGR. Y eso ocurrirá solo en un mundo ideal en el que la Fiscalía no fuera un garrote del presidente. Sin embargo, en México las cosas están lejos de ser ideales. En estos dos años y medio ha quedado claro que el jefe del Ejecutivo no tiene el menor empacho en utilizar las instituciones de la República para sus fines políticos”.
“Bajo Reserva”, en El Universal:
“Quien al parecer se tomó en serio la mención del presidente acerca de que era una de sus ‘corcholatas’ para 2024, es Rocío Nahle, secretaria de Energía. Nos detallan que ayer al salir de una reunión con el mandatario, para informarle sobre el incendio en la plataforma KU-Alfa en Campeche, se le preguntó sobre sus aspiraciones para 2024. Doña Rocío dijo que acatará lo que Morena decida”.
“Trascendió” en Milenio:
“Parece que la cercanía de la presidencia de la Mesa Directiva de San Lázaro ha generado un extraño influjo en el diputado Sergio Gutiérrez Luna, quien ayer en el INE se mantuvo al margen durante la asignación de diputaciones federales, sin manoteos, pataleos, quejas ni un comentario que presumiera la mayoría de Morena en la próxima legislatura. Se paró por su constancia, le dio doble espaldarazo a Lorenzo Córdova y hasta posó para la foto con sonrisa detrás del cubrebocas. Quién lo viera”.
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