La candidata presidencial socialista, Anne Hidalgo, ha presentado este jueves en la capital francesa su programa electoral en un ambiente tan plomizo como el cielo parisino en invierno. El motivo: el insistente rechazo de los principales postulantes de izquierda, sobre todo el ecologista Yannick Jadot, a su propuesta de celebrar un proceso de primarias para definir un candidato único capaz de remontar el batacazo casi generalizado de toda la oposición a la izquierda del presidente centrista Emmanuel Macron que vaticinan las encuestas. Ante esta situación, la también alcaldesa de París ha dado por definitivamente enterrado el proceso que ella misma lanzó a comienzos de diciembre y se ha comprometido a defender hasta la cita en las urnas en abril un programa progresista propio que ponga a Francia “a la cabeza de la renovación” que la izquierda social está realizando en muchos países de Europa, como España o Alemania.
“Esas primarias no van a tener lugar”, ha confirmado Hidalgo ante la prensa al presentar un programa “de izquierda, ecologista, socialista, socialdemócrata, social y republicano, que sobrepasa ampliamente las consideraciones partidistas”. Son esencialmente 70 medidas de todos los ámbitos, entre otros incrementar un 15% (200 euros mensuales) el salario mínimo, fijar la edad de jubilación en los 62 años, frenar la construcción de nuevas centrales nucleares —pero sin cerrar de inmediato las actuales— y crear un impuesto “solidario” sobre la fortuna destinado a la financiación de la transición energética, garantizar la paridad salarial, reforzar la educación y sanidad públicas o impulsar una política migratoria europea “más humana, solidaria y eficaz”.
Respecto de las primarias populares que un grupo de ciudadanos ha convocado para finales de mes y que se había barajado como una posible forma de elegir a un candidato único, la socialista ha señalado que “está bien” para tomarle el pulso a la situación, pero que, en ningún caso, es la respuesta buscada. “No va a hacer emerger una candidatura común, sobre todo cuando tres candidatos, yo incluida, dicen que esas primarias ciudadanas no son lo que permitirán despejar una candidatura común”.
Ante su incapacidad de remontar en las encuestas, Hidalgo sorprendió el 8 de diciembre anunciando de forma inesperada una propuesta de primarias para la izquierda. En vista de que ya estaba en marcha la iniciativa de las primarias populares, manifestó la posibilidad de que esta fuera la vía, a la que se espera se una este mismo fin de semana una candidatura más, la de la exministra de Justicia socialista Christiane Taubira, creando así, paradójicamente, una lista aún mayor de candidatos de izquierdas.
La propuesta de Hidalgo fue rápidamente rechazada por la mayoría de candidatos de izquierda, especialmente el líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, y el ecologista Yadot, que esta misma semana volvió a dar un no rotundo a la idea. En las filas socialistas duele especialmente ese no de un Yadot que, hace cinco años, dio un paso atrás a favor del entonces candidato socialista Benoît Hamon, quien pese a ello obtuvo los peores resultados de la historia del PS. En los comicios de 2017, ningún candidato de izquierda logró pasar a segunda vuelta, que fue disputada entre Macron y la líder de ultraderecha Marine Le Pen.
Las encuestas de cara a este nuevo ciclo electoral dan resultados aún más devastadores para todo el campo de la izquierda: en la última, publicada este jueves por el diario Les Echos, el candidato que obtiene mejores resultados, Mélenchon, sigue sin romper el techo del 10%, mientras que Hidalgo apenas logra el 4%. Pese a ello, los candidatos no han sido capaces, al menos hasta ahora, de acercar posiciones.
Hidalgo no ha ocultado este jueves su frustración ante esta situación, a la que se une la amenaza a la existencia misma del PS si queda por debajo del 5% mínimo de votos que permite a un partido recuperar los gastos de campaña. “No vamos a negarlo, sé que la izquierda tiene dificultades y que hasta hoy nadie (…) ha logrado crear un movimiento notable de opinión”, ha reconocido. No obstante, ha agregado, “la verdadera campaña comienza hoy y nadie puede prever cuál será el resultado de la elección”. Las caras serias del equipo que la acompañaba no eran, sin embargo, una señal alentadora.
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