La vida es más sencilla de lo que pensamos. Entonces no hace falta darle siempre vueltas a las cosas. Te damos estos consejos para no complicarte tanto la vida como lo haces. Es cuestión de aprender, simplificar y ser más práctico. Adopta estos hábitos y aprende a actuar ya para vivir mejor.
Y es que te encanta meterte en miles de situaciones que tendrían una solución más rápida pero te colapsas y no sabes cómo actuar. Y viene el estrés y muchos otros problemas mentales que podrían tener una rápida solución para que no tengas que darle vueltas a las cosas.
La importancia justa a cada cosa
A veces vemos los problemas donde realmente no los hay. Hay que aprende a relativizar, seguro que aquello que para ti es un mundo, realmente no es tanto y se puede resolver con un gesto. Y lo esencial es que no debes entretenerte en ello, busca la solución y ya está, a por otra cosa. Porque nos producen estrés cosas que realmente no merecen elevarlas a la importancia que no tienen.
Si algo de preocupa, exprésalo
Si andas un tiempo con algo que te preocupa, debes hablarlo. Si te lo quedas para ti, te hará daño, le darás vueltas a la cabeza de forma innecesaria y te encontrarás mal. Habla del problema con tus seres queridos, busca soluciones y si necesitas la mano de un profesional es algo más que factible en momentos donde nos sentimos algo perdidos.
Desconecta
A veces no es fácil, pero si estás todo el día pensando en lo mismo, el problema se hace más grande. Para que tu mente esté más sana hay que desconectar. Haz ejercicio cada día, mira una serie, ve tu programa favorito, leer, hay muchas cosas que puedes hacer para no pensar tanto en ello.
Aprende a decir no para liberarte
Muchas veces asumimos demasiadas cosas porque no sabemos decir no. Y cuando hemos dicho sí no hemos sido conscientes de todo lo que esto implica porque puede ser un mayor problema para nosotros. No te compliques más, que esto ya te lo encontrarás en el camino y di no sin tener miedo.
Sí a ser más positivo
Como contraposición a lo anterior, hay que levantarse cada día siendo más positivo, relativizando los problemas, no crear nuevos, no detenerse en pensar tanto en cosas innecesarias que no merecen la pena y aprender a distinguir lo que realmente es de vida o muerte y lo que no lo es.
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