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Ante COVID-19 población enfrenta reto de mejorar prácticas sustentables

México, 5 Jun (La Neta Neta).- Ante la pandemia por el COVID-19, la sociedad enfrenta el reto de mejorar las prácticas sustentables y cambiar su estilo de vida, a través del fortalecimiento de la educación ambiental, para preservar los recursos naturales, señalaron especialistas del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Al analizar el “Impacto de la pandemia en el medio ambiente”, a través de un Webinar organizado por el Centro Interdisciplinario de Investigación sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CIIEMAD), la presidente del Consejo del Cambio Climático del Gobierno de México, Norma Patricia Muñoz Sevilla, destacó que la pandemia mejoró la calidad del agua y disminuyó la contaminación ambiental.

Sin embargo, siguen presentes los aerosoles contaminantes, los cuales se fugan en la atmósfera.

Agregó que en las playas de la Isla de Soho, en Hong Kong, se registra la llegada de miles de cubrebocas que son arrastrados en el océano provenientes de otros lugares. En Quintana Roo, México, prevalece el problema del sargazo, el cual las autoridades locales trasladan a la vegetación sana de la laguna costera.

Por otro lado, advirtió sobre los efectos posteriores a la pandemia debido a que una vez que se retomen las actividades económicas del país, se prevé el incremento del dióxido de carbono y la concentración de gases por efecto invernadero.

Es por ello que a través de la educación se pueden cambiar los hábitos y estilo de vida de la población para retomar las actividades, incluso contemplar, por ejemplo, en el uso de la bicicleta como medio de transporte cotidiano, consideró.

Durante su intervención, el investigador del CIIEMAD e integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) Nivel II, Jonathan Muthuswamy Ponniah, indicó que la pandemia modificó la calidad de agua del mar, afloraron algas con elevadas cantidades de nutrientes (fósforo y nitrógeno) y se incrementó la acidez en el océano.

Esto provocará en el mediano plazo (de cuatro a cinco meses), la muerte de organismos y afectaciones a la biodiversidad marina.

“La materia orgánica es muy baja en los océanos y cuando aumente la actividad de afluentes, durante el reinicio de actividades, habrá un cambio drástico cerca de las costas”, apuntó el científico.

De igual manera, las descargas industriales disminuyeron e intensificaron las domésticas; sin embargo, se requiere una sociedad que preserve los recursos naturales y realice acciones encaminadas a la conformación de una nueva estructura social, finalizó el científico politécnico, Pedro Francisco Rodríguez Espinoza.

 

RME/ACP

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