El conglomerado energético colombiano Ecopetrol, de propiedad mayoritariamente estatal, anunció el lunes que se vio obligado a apagar la planta de gas de Gibraltar, en el noreste del país, después de la incursión en las instalaciones de un grupo de activistas locales.
La situación podría resultar en posibles restricciones al suministro de gas, alertó Ecopetrol en un comunicado, al tiempo que comunicó la implementación de planes de contingencia para reducir el impacto en la planta ubicada en el municipio de Toledo, en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela.
“El hecho obligó a apagar las operaciones en esta instalación, con lo que se restringe el despacho de 38 millones de pies cúbicos diarios de gas, que abastece a municipios de Santander, Norte de Santander y la refinería de Barrancabermeja”, precisó Ecopetrol, que acusó de la toma de las instalaciones a miembros del Movimiento Político de Masas Social y Popular del Centro Oriente de Colombia.
Ernesto Roa, que forma parte de un grupo que se tomó la planta, dijo que los grupos sociales buscan poner de relieve los problemas humanitarios a los que se enfrentan las comunidades del vecino departamento de Arauca y protestar por el incumplimiento por parte del Gobierno de los acuerdos alcanzados previamente.
“Toda vez que han sido varios los ejercicios de movilización que se han hecho, se han suscrito acuerdos pero que a hoy no se han cumplido ni materializado”, afirmó.
Ecopetrol es la empresa más grande de Colombia, genera la mayor parte de la producción de petróleo del país sudamericano y es propietaria de las dos principales refinerías, así como de la mayor parte de la red de oleoductos y poliductos. (Reuters).
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