Una discreta puerta de cristal del Palacio de los Deportes, en medio de la calle de Goya, en Madrid, es la entrada al futuro. Un universo de inventos para revolucionar la industria deportiva se esconde detrás de ella. Es la sede del GSIC, siglas de Global Sports Innovation Center, un centro de innovación global para el deporte impulsado por Microsoft, que ha analizado, desde su creación en 2015, a más de 1.500 emprendimientos de todo el mundo. El objetivo: elevar las capacidades del sector con soluciones tecnológicas para instituciones deportivas. Su directora general, la argentina Iris Córdoba, abogada especialista en políticas públicas y economía digital ya considerada como una de las 100 mujeres líderes más influyentes de España, según el ranking que elabora la revista Mujeres y Cía. “Queremos disminuir la brecha entre las grandes empresas y las pequeñas startups para que estas últimas tengan una oportunidad real de ofrecer sus productos”, concreta.
En 2015, cuando inauguró el GSIC, Córdoba se dio cuenta de que el proyecto podía ir bien cuando en una reunión en la que buscaba a sus primeros socios, Nieves Segovia, presidenta de la Institución Educativa SEK a la que pertenece la Universidad Camilo José Cela, le dijo: “Innovación, tecnología, educación y Microsoft. ¿Dónde firmo?”. Desde entonces, grandes organizaciones como LaLiga o el Real Madrid han servido de tractor. Casi toda la industria del deporte ha pasado por sus oficinas. El GSIC ha contado desde su creación con más de 350 miembros, entre grandes empresas y pequeños emprendimientos, de 40 países y está a punto de inaugurar una nueva sede en Singapur para extender su influencia en Asia.
A los pequeños emprendedores, el GSIC les ofrece un espacio de encuentro real. A sus socios más grandes, como LaLiga, la posibilidad de contar con soluciones innovadoras para mejorar a la competición y sus clubes. Es una garantía para estar siempre al día en lo que a tecnología en el deporte se refiere. Minerva Santana, directora de Innovación, Estrategia y Transformación Tecnológica de LaLiga desde hace cuatro años, apunta: “Desde 2016 tenemos un acuerdo global con Microsoft para apoyar nuestra transformación digital y convertirnos en una organización que basa la toma de decisiones en el análisis de datos”.
De esa colaboración nace, por ejemplo, una iniciativa para detectar los mejores desarrollos tecnológicos de la industria deportiva, The Original Inspiration Centre, by LaLiga supported by GSIC y la “Startup Competition 2019″, que se organizó el pasado año para identificar las últimas innovaciones antes que nadie. “Llegamos mucho más rápido a la novedad”, reflexiona Córdoba. Se presentaron 279 proyectos, entre ellos, el de Olocip, la compañía del futbolista Esteban Granero, que resuelve problemas de gestión de todo tipo con inteligencia artificial.
“Todo comenzó con un antiguo analista que tenía cuando estaba en la Real Sociedad”, recuerda Granero, que a sus 33 años juega ahora en el Marbella FC tras pasar también por el Getafe CF, el Real Madrid y el RCD Espanyol de Barcelona. “En el cuerpo técnico querían saber qué podíamos hacer con todos los datos del juego que recogían los sistemas que usábamos entonces”, cuenta. “Les dije que me dieran los datos y que me dejaran pensar. Y me lo pensé demasiado”, dice Granero. Se dio cuenta de que tenían una muy buena captación del dato, a veces hasta excesiva, pero que el tratamiento era muy básico, muy descriptivo y él quería buscar conclusiones. Acudió a la Universidad Politécnica de Madrid porque consideró que allí estaban los mejores grupos de investigación en Inteligencia Artificial y conoció a quienes se transformarían más adelante en sus socios. Al poco tiempo crearon Olocip. Era 2015. La empresa cuenta ahora con 25 empleados.
“Una de las primeras cosas que ofrecimos, siempre con la intención de crear conocimientos concretos a partir del análisis de datos, fue configurar un modelo que entendiera lo que estaba pasando en un partido y que pudiera hacer una proyección sobre lo que podría pasar”, explica Granero. “Así podíamos identificar lo que podíamos hacer: cambiar un jugador o modificar la estrategia, por ejemplo”. Ahora también pueden predecir qué fichajes se adaptarían mejor a un equipo para cada puesto. Granero y su equipo se percataron más tarde de que el modelo era aplicable a todos los niveles de una organización más allá de un terreno de juego. Olocip fue una de las finalistas de la competición organizada por el GSIC y LaLiga.
Por el GSIC han pasado más de 1.500 proyectos que abarcaban propuestas sobre patrocinio, eSports, estrategia de negocio, fidelización de aficionados, mejoras en el rendimiento deportivo, realidad virtual… “Lo único que pedimos para formar parte de nuestro centro es que las empresas cuenten con un producto, que estén constituidas, con algunos clientes y un mínimo de facturación, para generar un espacio de venta. No somos una incubadora”, aclara Córdoba. También les solicitan a las startups que sus soluciones estén alineadas con la tecnología de Microsoft para poder trabajar con cualquier cliente a nivel mundial.
A Orwell, una startup de realidad virtual que también forma parte del ecosistema del GSIC, la reclutaron en un encuentro internacional de la industria del deporte. Este es otro de los escaparates fundamentales para introducirse en el circuito. Andrea Antonelli, el arquitecto italiano que fundó la compañía en 2014 con el propósito de ofrecer experiencias inmersivas en distintos acontecimientos, había entrado en contacto con LaLiga en 2018 en el Soccerex de Miami, uno de los eventos de negocios más importantes de la industria del fútbol. “Al poco tiempo vinieron a buscarme a Italia para que hiciéramos una versión de un juego de fútbol que teníamos, pero personalizada para LaLiga”, recuerda. Instalaron el juego para que los aficionados lo pudieran disfrutar en algunos centros de El Corte Inglés en Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia.
Algunos meses más tarde, esta vez a través del GSIC, María José Silva, responsable de LaLiga Experience, una iniciativa para mostrar a los abonados internacionales de las operadoras de televisión cómo se vive un partido de LaLiga Santander, los contactó para armar un nuevo formato e incluirlo en la experiencia de los periodistas y los influencers de los canales personas que vinieran a visitar España. “Crearon un juego que encajaba con nuestro storytelling. Queríamos que se pudiera vivir la experiencia de un jugador de LaLiga Santander y Orwell desarrolló un test de fútbol con realidad virtual para que pudieran medir sus destrezas”, cuenta Silva.
Los caminos para entrar en el radar de las grandes instituciones deportivas son variados. Desde el GSIC impulsado por Microsoft trabajan para facilitar esta ruta, pero también se encargan de capacitar a todos los actores de la industria. Desde que comenzó la pandemia han enviado contenido a los clubes de LaLiga, por ejemplo, para mejorar sus prácticas de transformación digital y han elaborado un informe donde destacaban las iniciativas más relevantes de las organizaciones deportivas para hacer frente a la crisis, como la grada virtual de las retransmisiones televisivas de los partidos del fútbol español.
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