Pere Aragonès utilizó este viernes por la noche su primer discurso como president de la Generalitat un Onze de Setembre para reivindicar el diálogo pese a los obstáculos e insistir en la necesidad de un referéndum de independencia como salida al encaje territorial. “Estamos a las puertas de hacer una cosa que no habíamos conseguido antes: abrir una negociación con el Estado, de Gobierno a Gobierno, para abordar cómo resolvemos el conflicto”, dijo Aragonès en un mensaje pregrabado el pasado jueves.
Tras una semana de vendaval político, a cuentas de la paralización de la ampliación del aeropuerto de El Prat, Aragonès enfila el rumbo político hacia la reunión con Pedro Sánchez pese incluso a que no tiene ni fecha ni asistentes aún confirmados. El propio líder catalán dejó entrever este viernes en una entrevista a Catalunya Ràdio que el encuentro, en la capital catalana, podría ser jueves o viernes.
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“Hemos de afrontar la negociación con toda la ambición y con toda la firmeza de nuestras convicciones”, continuó Aragonès desde una de las salas del recinto modernista del Hospital de Sant Pau, un guiño al esfuerzo del personal asistencial tras año y medio de tensión por la pandemia. En ERC intentan canalizar la movilización de esta tarde a reforzar la operación de negociación con el Estado pero incluso este viernes, desde las filas de Junts, la presidenta del Parlament, Laura Borràs, volvió a cargar contra la mesa y defendió la “unilateralidad”. El ataque llegaba después de que Aragonès, en la radio pública catalana, pidiera “concreciones” a aquellos que objetaran el intentar llegar a un acuerdo por la vía dialogada.
Un referéndum pactado a la escocesa, insistió Aragonès, es la mejor solución a la situación política en Cataluña porque “nos incluye a todos y no obliga a nadie a renunciar a sus ideales”. El president se dirigió directamente a los no independentistas para pedirles apoyo: “Tenéis un planteamiento legítimo, que representa a una parte importante de la ciudadanía que hay que escuchar”, dijo.
En pocas ocasiones un president había dejado el Palau para emitir este mensaje por la Diada y el equipo de Presidencia ha querido intentar escapar del encorsetamiento propio de estos mensajes sin perder la solemnidad. El también coordinador nacional de ERC aceptó que el proceso de negociación con el Estado estará “lleno de obstáculos” y necesitará de “tiempo, unidad y perseverancia”.
“Hasta hace poco era incluso impensable que el Estado español reconociera la propia existencia del conflicto político”, remachó, en un intento de darle más empaque a una reunión a la que se llegará con el ruido de fondo del fracaso para que la ampliación del aeródromo llegara a buen puerto. Aragonès pasó muy de puntillas sobre esa polémica y, se refirió brevemente a “la transformación verde”: “La defensa del medio ambiente ha de guiar todas y cada una de las decisiones que nos toca tomar”, dijo.