La aplicación del 25% de aranceles a los productos mexicanos por parte de Estados Unidos podría ocasionar la pérdida de dos puntos porcentuales del producto interno bruto y llevar al país a un crecimiento negativo, consideró el economista Marcelo Giugale, exdirector del Banco Mundial y profesor de la Universidad de Georgetown, en Washington.
Durante una entrevista con Aristegui en Vivo, aseguró que la decisión arancelaria del presidente Donald Trump, que afectaría a México y Canadá y está pausada hasta el próximo 4 de marzo, tiene a todos los economistas sin dormir.
Consideró que la imposición de aranceles “no soluciona nada” y, en cambio, “causa muchísimos problemas serios”, que después es muy difícil solucionar.
El especialista señaló que de concretarse estas tarifas, provocarán una inflación “galopante” en Estados Unidos, sobre todo en el primer año de su aplicación, porque se encarecerán los bienes de consumo que importa ese país; a ello hay que sumar el encarecimiento del aluminio y el acero tras los aranceles universales impuestos por Trump, insumos que se utilizan para productos manufacturados en Estados Unidos.
“Yo creo que la Reserva Federal, que es la que trata de controlar la inflación, sabe que sería una tormenta muy grande, así que ya está avisando” que no va a bajar la tasa de interés.
Además, significaría la pérdida de crecimiento de la economía de América en el corto plazo, porque se rompe la cadena de valor, y por lo tanto, disminuye la producción. “Eso a México, sobre todo, le podría pegar muy duro. Podría tener una pérdida en el producto interno bruto de por lo menos 2%”.
“Entonces, la posibilidad de un crecimiento negativo en el primer año de las tarifas es muy real”, puntualizó.
Giugale tampoco tiene duda de que Estados Unidos perdería la carrera tecnológica, al enfocarse en la producción de ropa o electrodomésticos, en lugar de producir paneles solares, o productos y servicios de informática. Ello tendría un impacto en el empleo, al darse un trasvase de trabajadores de sectores más eficientes hacia unos decadentes, con el fin de incentivar la producción.
Además, aumentaría la migración, porque al perderse empleos de sectores como el de la maquila mexicana, los trabajadores despedidos buscarían llegar a Estados Unidos: “Desestabilizar una economía como la mexicana, y sobre todo la parte de la economía que podría estar produciendo del otro lado de la frontera, las maquilas, no hace más que dar más incentivos para la migración indocumentada”.
Consideró que en términos geopolíticos, significa la pérdida de la confianza de los principales socios de Estados Unidos, como son México y Canadá.
“A Estados Unidos le va a costar carísimo, en un momento en el que además ha congelado y va a retirar todo lo que llama la asistencia externa para el desarrollo”, como el despido de los trabajadores de la agencia de ayuda USAID.
En ese sentido, Giugale manifestó su preocupación por la decisión de Trump de reconstruir, mediante la destrucción, el aparato estatal americano.
¿En qué se basan las decisiones de Trump?
Tras reflexionar ampliamente sobre el origen de las decisiones de Donald Trump, el académico considera que obedecen a su experiencia vital, al experimentar en los 70, 80 y 90 los fenómenos de apertura comercial y deslocalización en Estados Unidos, que llevaron a la importación de productos asiáticos, al traslado de fábricas a otros países, y que cambió los esquemas productivos del país, lo que conllevó la pérdida de empleos.
“Él quedó tocado, me parece, con eso. Y se dijo, ‘esto está dejando a muchos americanos sin empleo, los está obligando a cambiarse de empleo a algo distinto. No se dio cuenta de que era algo más productivo, pero sí algo distinto, y la verdad, bastante duro para el que tiene que salirse a los cincuenta y tantos años de una industria en la que trabajó en Michigan durante toda su vida, y toda su familia trabajó ahí, y de golpe, esa industria no está más”, señaló.
Planteó que por el impacto de esta experiencia, fue que Trump propuso los aranceles, una medida que ha generado oposición entre la mayoría de los economistas, ya que no se trata de un tema ideológico sino técnico.
“Tú puedes darles subsidios para que se produzcan automóviles de vuelta en Detroit, pero vas a sacar capital, gente y tecnología de sectores que producen cosas de mucho más valor que los automóviles”, lo que finalmente provocará una falta de prosperidad.
Por otra parte, considera equivocada la idea de que al pegar primero, Trump podrá negociar posteriormente en una condición ventajosa, porque ello genera desconfianza en los socios sobre la fiabilidad de los acuerdos a los que posteriormente se lleguen.
“Creo que daña la confianza y a la estabilidad de las reglas, y definitivamente a la inversión real hacia México, es el costo grande, más que el impacto en el producto interno bruto del primer año”.
Sin embargo, Giugale se muestra optimista en cuanto a que las asociaciones comerciales entre los grandes países, sobre todo los emergentes, como Brasil, India y China, empezarían a aislar a los Estados Unidos.
“Lo segundo que me da confianza es que los negociadores mexicanos son veteranos del Tratado de Libre Comercio (TLC)”, por lo que considera que si México supera sus divisiones internas, podría reclutar a los mejores negociadores para hacerle frente al equipo de Trump, compuesto fundamentalmente por financieros que proceden de Wall Street.
Finalmente, dice Giugale, “esto apenas comienza”.
Ve la entrevista completa:
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