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Arco no es solo Arco: guía de la gran fiesta del arte contemporáneo en Madrid


Durante la semana escasa que dura Arco, la escena artística de Madrid alcanza un dinamismo desconocido el resto de la temporada. Se estima que este año se acercarán a la principal feria española de arte contemporáneo más de 70.000 visitantes, muchos de ellos internacionales. Tras una edición más sobria, de aforo reducido y en fechas extrañas —Arco 2021 se celebró en julio—, regresa el entusiasmo y desaparecen los límites a los encuentros presenciales. Vuelve, prácticamente, la normalidad. Así que esta población flotante y ávida de experiencias nuevas encuentra en Madrid ocasiones de sobra para cubrir sus apetencias artísticas gracias a las galerías y museos de la ciudad, y también a las otras ferias que orbitan alrededor de la central.

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Como sucede con todos los eventos artísticos de cierta relevancia, ha surgido en estas mismas fechas una nutrida oferta de ferias llamadas paralelas. Entre las más veteranas está JustMad (del 24 al 27 de febrero en el Palacio de Neptuno, en el barrio de las Letras), que celebra su edición número 13 sin miedo a la mala suerte. Considerada una “feria de descubrimiento”, pretende integrar a un público lo más amplio posible. “Por eso apuesta por el arte emergente y, sobre todo, por fomentar el coleccionismo para todos los públicos, con obras cuyos precios van desde los 300 a los 10.000 euros”, explica su directora artística, Semíramis González.

No muy lejos, en el Palacio de Cibeles, queda Art Madrid (desde el 23 de febrero), con 40 galerías nacionales e internacionales, en cuyo programa destaca este año un apartado dedicado a la videocración, organizado junto a la plataforma especializada Proyector. En el barrio de Salamanca puede visitarse SAM (Salón de Arte Moderno), especializada en arte del siglo XX, que este año anuncia piezas de Dalí, Picasso, Baselitz o María Blanchard entre sus platos fuertes. Por su parte, el hotel Petit Palace Santa Bárbara acogerá la sexta edición de Hybrid Art Fair, donde los expositores se reparten entre las distintas habitaciones en un modelo que sustituye el habitual de cubículos feriales por otro más amable y relajado. Es además una opción asequible, por centrarse sobre todo en artistas noveles y por su menor volumen de expositores (una treintena). En una línea similar estaría Drawing Room, enfocada en el dibujo y el arte sobre papel, que reúne en el Palacio de las Alhajas a 18 galerías de España, Alemania, Portugal y Georgia, y donde no suele resultar difícil encontrar joyas modestas de grandes artistas: atención este año a Guillermo Martín Bermejo (en el stand de Martínez & Avezuela), Vicky Uslé y Juana González (en Siboney) o Toshiro Yamaguchi (en Lucía Mendoza).

‘Táctica sintáctica’, de Diego Bianchi. Jorge Anguita Mirón

Pero quizá la propuesta más distintiva sea la de UVNT Art Fair (antes conocida como Urvanity), especializada en arte urbano y digital y nuevos lenguajes, desde su céntrica sede el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, en el distrito de Chueca. Su director, Sergio Sancho, explica por qué decidió celebrarla al mismo tiempo que Arco: “Podríamos hacerla en otra época del año, pero durante esta semana se genera un momentum en la ciudad en el que la gente viene a la feria principal con una predisposición al arte que nos favorece. Nosotros ofrecemos un producto distinto, y por eso somos complementarios: apostamos por una creación muy actual y artistas de media carrera, aunque muchos de ellos triunfan ahora a nivel internacional”. Además de haber ganado 400 metros cuadrados de espacio expositivo, la feria se ha expandido más allá de su propio recinto, con un programa de arte público que incorpora intervenciones en puntos tan transitados de la ciudad como la esquina de las calles Gran Vía y Alcalá o la plaza de Callao y un programa de site specifics en el centro comercial Las Rozas Village.

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Si Madrid no ha destacado en los últimos tiempos por la calidad de sus intervenciones artísticas en el espacio público, en cambio, presenta una oferta imbatible de museos, centros de arte y galerías privadas. Estas últimas duplicarán sus esfuerzos para atender el stand que las representa en alguna de las ferias anteriores mientras siguen recibiendo a los coleccionistas que también decidan presentarse en sus emplazamientos habituales. Que son de acceso libre y gratuito. Las galerías madrileñas suelen reservar algunas de sus mejores exposiciones del año para este momento, confiando en que la propensión a la compra que la feria genera en sus coleccionistas se mantenga más allá de los pasillos de Ifema. “Todos sabemos que es una oportunidad de recibir más visitantes, muchos de ellos internacionales, y esto se nota en la programación”, admite Nerea Fernández, directora de la galería NF y presidenta del Arte Madrid, la asociación de galerías de la capital. “Aunque yo creo que los amantes del arte deben ir a las galerías no solo durante Arco, sino durante todo el año. Es en ellas donde se puede establecer un compromiso con la creación a largo plazo, desde el descubrimiento de un artista, con sus primeros proyectos, hasta los últimos que hayan realizado”.

Otra escena de ‘Táctica sintáctica’, de Diego Bianchi. Jorge Anguita Mirón

La calle Doctor Fourquet, cerca del museo Reina Sofía, presenta la mayor concentración galerística de la capital, lo que permite contemplar varias exposiciones en una sola visita. El 22 de febrero, de las 19 a las 22 horas, las galerías de la zona celebrarán además un Late Opening (apertura tardía) que permitirá encontrarse con el trabajo de artistas históricos como José Luis Alexanco (Maisterravalbuena) y Pepe Espaliú (1Mira Madrid), veteranos como Ángela de la Cruz (Helga de Alvear) o más jóvenes como Miguel Marina (The Goma) en un ambiente festivo. Otra opción es acercarse a los desayunos que las galerías ofrecerán a sus visitantes durante la mañana del 25 de febrero: aquí se suman todos los miembros de Arte Madrid, incluyendo a Juana de Aizpuru (exposición del alemán Heimo Zobernig), Cayón (Joan Miró, Al Taylor y los desnudos sobre papel de Gustav Klimt) o Elvira González (Olafur Eliasson). Tampoco conviene perderse la inauguración del nuevo y espacioso local de otra galería presente en Arco, Albarrán Bourdais, en la calle Barquillo, que —aún en obras— abre el fuego con una muestra del artista colombiano residente en París Iván Argote.

La escena off del arte madrileño también resulta variada y dinámica. Y en este apartado hay que citar los espacios jóvenes que se han unido en un programa común llamado Quintos. Se organizarán varias visitas y recorridos el viernes 25 y el sábado 26 de febrero, lo que permitirá conocer, entre otras, las exposiciones de las galerías Pradiauto, El Chico, Arniches 26 o Intersticio, la única del grupo que participa este año en Arco (debuta en Opening, la sección más joven). También destaca Aparador Monteleón, pequeña sala expositiva habilitada en su estudio por el consagrado artista mexicano Aldo Chaparro para dar a conocer el trabajo de nuevos creadores: en este caso, de la autora navarra Miren Doiz. Y en Doctor Fourquet, entre galerías consideradas “normativas”, el modesto escaparate artístico de Alimentación 30 presentará el trabajo de los artistas del estudio 35.000 jóvenes, reunido por la comisaria Violeta Janeiro.

La semana madrileña del arte es también un buen momento para programar visitas a los estudios y asistir en primicia a lo que se traen entre manos los creadores que más nos interesan, y también descubrir otros que no conocíamos. Así, los estudios Nave Oporto y MalaFama, en la floreciente zona de Carabanchel, organizan el 25 de febrero una visita zumbonamente denominada Carajillo Visit. También procede echar un vistazo al programa de Open Studio, festival dirigido a coleccionistas y curiosos por el que más de un centenar de artistas abren las puertas de sus centros de trabajo. “Open Studio ofrece la posibilidad de interactuar con los artistas y conocerlos directamente”, destaca su directora, María Eugenia Álvarez. “Y también de descubrir su proceso de creación en todos sus momentos”. Entre los anfitriones destacan Asier Mendizábal, Elena Bajo, Carlos Fernández Pello o Clara Sánchez Sala.

‘La luz esculpe al viento en la cortina’ (2020), de Clara Sánchez Sala.

En cuanto a las principales instituciones de la ciudad, también tienden a ubicar en estas fechas lo mejor de la programación anual. Aunque la mayor parte de sus exposiciones actuales aún continuarán durante varias semanas, visitantes y miembros del programa VIP de Arco no se perderán, entre otras, las que la Fundación TBA21 de Francesca Thyssen-Bornemisza (que celebra su 20 aniversario) organiza con obras de Janet Cardiff y George Bures Miller (emocionante instalación sonora en Matadero) y Ragnar Kjartansson (en el museo Thyssen-Bornemisza), la colectiva de artistas jóvenes de Generación 2022 y las individuales de Ad Minoliti y Chiara Fumai en La Casa Encendida o las de Diego Bianchi y Álvaro Perdices en el CA2M de Móstoles. Y, desde luego, Panorama Madrid (en CentroCentro), una exposición de exposiciones que reúne los mejores proyectos que las galerías madrileñas han exhibido en el último año. Verla es una forma de tener presente que el tejido artístico se fabrica cada día, aunque sea en estas fechas cuando nos sentimos más arropados por él.


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