Las autoridades argelinas han ofrecido este jueves al ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, “garantías de suministro de gas” y su “compromiso de satisfacer la demanda” energética de España. Así lo ha asegurado el jefe de la diplomacia española en una rueda de prensa con su homólogo argelino, Ramtane Lamamra, quien abogó por profundizar la “cooperación estratégica” entre ambos países. Dichas garantías han sido confirmadas por el propio presidente de la República, Abdelmajid Tebún, según fuentes diplomáticas.
El principal objetivo del viaje a Argel del ministro español, a quien han acompañado los presidentes de las empresas Naturgy, Francisco Reynés, y Enagás, Antonio Llardén, era garantizar el suministro de gas argelino a España en medio de la escalada de tensión con su vecino Marruecos. Dos días después de que Argel rompiera relaciones diplomáticas con Rabat, el pasado 24 de agosto, el ministro argelino de Energía, Mohamed Arkab, que ha participado en la reunión con Albares, anunció que no se renovaría el acuerdo con la española Naturgy y la portuguesa Galp que expira el 31 de octubre. Eso significa que dejará de bombearse gas a través del Gasoducto Magreb-Europa, de 1.400 kilómetros de largo, que discurre entre Argelia y España a través de Marruecos.
Con el cierre del GME, Argelia quiere castigar a su vecino, que se queda con un peaje del 7% del gas transportado por su territorio, entre 50 y 200 millones según el año, equivalentes al 45% de su consumo de gas. Pero también pone en riesgo el suministro a España y Portugal: por esta tubería inaugurada hace 25 años cruzan el Estrecho unos 8.700 millones de metros cúbicos anuales de gas.
Las autoridades argelinas se han comprometido a mantener el suministro de gas a España con la ampliación de 8.000 a 10.000 millones de metros cúbicos anuales de la capacidad del Medgaz, el tubo submarino que enlaza la costa argelina con Almería, cuyo propiedad comparten Sonatrach (51%) y Naturgy y un fondo de inversión (49%). El problema radica en que la ampliación, en la que se han invertido 73 millones de euros y que debe estar operativa a final de año, difícilmente compensará el cierre del gasoducto terrestre por Marruecos, por lo que habrá que completar el suministro con buques metaneros, lo que encarece el precio del gas, que debe ser licuado y regasificado para su transporte en un momento de escalada desenfrenada del coste de la energía.
Albares no ha explicado cómo se garantizará el suministro de gas argelino a España ni si se mantendrá el mismo precio que el transportado a través del gasoducto. Argelia es el primer proveedor de gas a España, con un 47% del total en lo que va de año.
El segundo objetivo del ministro de Exteriores era frenar la llegada de inmigrantes irregulares a España desde Argelia. Entre el 1 de enero y el 11 agosto, un total 450 embarcaciones, con 5.467 personas a bordo, llegaron desde las costas argelinas a la Península o Baleares. La nacionalidad más frecuente entre los inmigrantes llegados irregularmente a España este año es la argelina (35,2%), seguida de la marroquí (27,5%), de acuerdo con los datos de Interior. En la llamada ruta del Mediterráneo Occidental han perdido la vida más de 1.000 personas, según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).
Como consecuencia de la visita, los dos gobiernos han acordado celebrar “lo antes posible” la Reunión de Alto Nivel (RAN), prevista en España, y elevar el diálogo político al nivel de ministros de Exteriores, así como “diversificar, ampliar y enriquecer los intercambios comerciales” entre los dos países. Sus anfitriones agradecieron a Albares que Argelia fuera el primer país del Magreb que ha visitado, en alusión a que aún no ha ido a Rabat.
El viaje se ha producido solo un día después de que el Tribunal General de la UE, a iniciativa del Frente Polisario, anulara en sendas sentencias los acuerdos comercial y pesquero con Marruecos, por considerar que no se ha contado con el consentimiento del pueblo saharaui, a pesar de que se explotan recursos de la excolonia española. España principal socio comercial de Marruecos y puerto de más del 70% de los pesqueros europeos que faena en el banco saharaui.
Argelia es el gran aliado del Frente Polisario y alberga en su territorio los campos de refugiados saharauis de Tinduf. Fue a petición de Argelia que el Gobierno español aceptó acoger al líder del Polisario, Brahim Gali, para tratarse de una grave afección de la covid, lo que desencadenó una grave crisis diplomática con Marruecos.
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