BUENOS AIRES — Un tribunal argentino absolvió el miércoles a un exvendedor de automóviles en el juicio en el que estaba acusado de haber entregado la camioneta que fue empleada como coche bomba para volar una organización judía en Buenos Aires en 1994.
El Tribunal Oral Federal 3 dio a conocer el fallo del proceso contra Carlos Telleldín, que puede ser apelado por la querella de los familiares de las 85 víctimas del atentado contra la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), ocurrido el 18 de julio de 1994 y aún irresuelto.
La querella y la fiscalía habían pedido condenas de 20 años de cárcel y prisión perpetua.
Antes de que uno de los jueces del tribunal leyera el veredicto de forma remota, debido a la pandemia por el nuevo coronavirus, Telleldín proclamó su “total y absoluta inocencia” y afirmó que nunca vendió un automóvil “a un delincuente”.
Telleldín escuchó su absolución a través del sistema de videoconferencia que se utiliza para las audiencias judiciales.
El tribunal también señaló que el atentado fue un crimen de lesa humanidad y rechazó los pedidos de prescripción. Los fundamentos de su fallo serán dados a conocer en los próximos días.
Sigue el choque entre el Gobierno de Argentina y el Ejecutivo de Buenos Aires tras los hechos violentos del jueves.
El ataque a la AMIA es el más cruento ocurrido en suelo argentino y según investigaciones judiciales fue supuestamente ideado por exfuncionarios y exdiplomáticos de Irán. Ese país niega las acusaciones.
“Estamos a 27 años del terrible atentado y seguimos con Telleldín sabe, Telleldín presume, Telleldín cree… No sé cómo decir que la camioneta se vendió a una persona que vino por el aviso (publicitario) de manera normal y se pagó”, sostuvo el acusado ante el tribunal.
Telleldín ya había sido juzgado en 2004 como presunto partícipe necesario del atentado a raíz de haber sido el último poseedor de la camioneta.
El lunes de esta semana, Morales dijo en una rueda de prensa que “tarde o temprano” volverá a Bolivia.
El exvendedor de autos recordó que pasó 10 años y dos meses preso hasta que resultó absuelto en ese juicio, que determinó su liberación y la de varios expolicías que habían sido procesados como parte de la “conexión local” del atentado.
En ese momento, el tribunal anuló toda la investigación que llevó adelante el entonces juez federal Juan José Galeano por entender que se cometieron irregularidades que la invalidaron, como el pago de $400,000 a Telleldín para involucrar a los policías en el ataque.