Un hombre pasa frente a un mural de una joven afro-argentina, hecho por el colectivo Primo, en Buenos Aires, en noviembre de 2021.Natacha Pisarenko (AP)
Nélida Wisneke es afroargentina. Esta docente y escritora cuenta que sus antepasados eran esclavos que huyeron de Brasil en el siglo XIX. A sus 55 años, por primera vez este miércoles verá reconocida su identidad étnica en el censo nacional Argentina preguntará a todos los habitantes del país si son descendientes de africanos o de indígenas, una de las principales novedades del censo, muy celebrada por toda la comunidad afroargentina.
“El Estado comienza a saldar la deuda histórica que tiene con nosotros. Para la comunidad es sumamente importante, porque a partir de estos datos se van a poder elaborar políticas públicas para salir de la invisibilización y poder acceder a derechos básicos”, agrega Wisneke, autora de la novela No te olvides de los que nos quedamos, recién presentada en la Feria del Libro.
“Creo que es un momento histórico para la comunidad afroargentina, porque este censo representa el fruto de muchos años de lucha. Más allá de los datos estadísticos sobre las condiciones económicas y sociodemográficas, que son importantes para avanzar en una sociedad más inclusiva, también es muy importante que visibilice a la comunidad. Cambia el paradigma eurocéntrico y colonial con el que fue concebida nuestra sociedad”, señala el músico Emanuel Ntaka, hoy al frente del Programa Afro del Ministerio de Cultura de Argentina.
En el anterior censo, realizado en 2010, el Estado argentino incluyó la pregunta sobre la identidad afroargentina como muestra en algunos formularios de los censistas, pero no en todos. Ahora, es una de las 61 preguntas incluidas en la encuesta que se realizará a lo largo y ancho del país. El censo de 2010 registró que cerca de 150.000 personas se autopercibían como afrodescendientes, diez veces menos de la estimación realizada por referentes de la comunidad.
En los doce años que han transcurrido desde entonces, explica Ntaka, las organizaciones de afrodescendientes han trabajado para intentar revertir décadas de políticas de invisibilización y de homogeneización social. Aún así, existe la posibilidad de que el número sea más bajo que el real porque haya afrodescendientes que opten por no autopercibirse como tales.
Los prejuicios se instalan desde niños, incluso en la escuela. “En los actos escolares, la representación de lo afroargentino es pintoresca. La vendedora de empanadas, la vendedora de mazamorra, la lavandera… ese es el lugar que ocupamos los afrodescendientes en la construcción de este país. Pero en realidad la influencia africana está por todas partes, desde la guerra de la independencia hasta lo cultural, con la influencia en la música, en lo culinario, en el lenguaje”, señala Ntaka.
En un vídeo oficial difundido en la última semana de cara al censo aparecen destacados referentes afroargentinos hablando con orgullo de sus antepasados. “Soy Miriam Victoria Gómes, nací en la provincia de Buenos Aires y pertenezco a la comunidad caboverdiana de Dock Sud”, dice una de las protagonistas del vídeo. Ntaka detalla que es hijo de una profesora de la provincia argentina de Santiago del Estero y de un padre cantante y activista sudafricano. “Recolectar datos sobre nuestras condiciones de vida va a ser un instrumento necesario para las políticas públicas”, dice la actriz Silvia Balbuena, descendiente de esclavos que llegaron a Argentina en el siglo XV.
Uno de los objetivos de la comunidad es combatir el racismo estructural de la sociedad argentina. Wisneke lo vivió en carne propia: es la única de los diez hermanos que ha completado sus estudios. Nacida en el seno de una familia campesina en Misiones, en el extremo noreste de Argentina, esta docente cuenta que sus antepasados eran esclavos. “Llegaron desde Brasil y se instalaron en Misiones. Formaron parte de los quilombos, de los que nadie habla acá”, señala como ejemplo de la visibilización de esta comunidad en un país que se enorgullece de sus raíces europeas pero no de las demás. “Hace muy poco, en la ciudad de Córdoba se inauguró una placa en conmemoración a la primera venta de esclavos, en 1588. La presencia africana en Argentina es muy antigua”, subraya Wisneke.
🇦🇷 Hoy conmemoramos el Día Nacional de las/los afroargentinas y afroargentinos y de la cultura Afro.
“Afrofragmentos” es un proyecto audiovisual sobre la contribución de las/los afroargentinas y afroargentinos a nuestra historia y nuestra cultura.
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— Cultura Nación (@CulturaNacionAR) November 8, 2020
Ntaka tenía 23 años cuando en 2001 un grupo de skinheads lo atacó en una parada de autobús. “Negro de mierda, volvete a tu país”, escuchó antes de que comenzasen a golpearlo hasta dejarlo inconsciente. ¿A qué país pretendían que volviese si Argentina era su país, el país en el que nació? Con esa pregunta en mente, la agresión se convirtió en el punto de arranque de su activismo a favor de los derechos de la comunidad afroargentina. El censo ofrecerá una primera radiografía de quiénes son y cómo están.
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