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Argentina respira en el techo de La Paz

Los jugadores de la selección de Brasil celebran un gol.AMANDA PEROBELLI / Reuters

Brasil es el único país que participó en todas las Copas del Mundo, y este viernes comenzó su camino hacia Catar 2022 como si su clasificación solo fuese cuestión de tiempo. Comandado por una exquisita sociedad entre Neymar y Philippe Coutinho, más la presencia goleadora de Roberto Firmino, el pentacampeón del mundo venció 5-0 a Bolivia en São Paulo en el cierre de la primera fecha de las eliminatorias sudamericanas.

A primera hora, Colombia rubricó su debut en Barranquilla con una cómoda goleada 3-0 sobre Venezuela, con un marcado protagonismo de su legión de jugadores en la Liga italiana en el inicio de la búsqueda de su tercer Mundial consecutivo. Uruguay y Argentina, que habían ganado en la jornada del jueves, completan el primer puesto en la tabla de posiciones.

Neymar y Coutinho

El fútbol será el deporte de los pronósticos traicionados, pero el único misterio que antecedía al partido en la Arena Corinthians residía en cuán abultada sería la diferencia a favor de los locales. Si la distancia entre ambas selecciones ya había quedado en evidencia en la Copa América 2019, cuando Brasil se consagró campeón y Bolivia terminó última, la brecha de este viernes quedó en cinco goles, aunque pudieron haber sido muchos más.

Brasil no pareció una selección inactiva desde hacía 11 meses, cuando en noviembre de 2019 jugó por última vez antes de que la covid-19 cambiara –también– el mapa del deporte mundial. Bajo la lluvia de São Paulo, el equipo de Tité monopolizó el 72% de control de la pelota, como si afrontara un amistoso ante un modesto equipo de liga.

Aunque su presencia había estado en duda por supuestas molestias físicas, Neymar jugó los 90 minutos con un nivel altísimo y encontró en Coutinho a un compañero ideal. La sociedad entre los jugadores del PSG y el Barcelona fue la llave con la que Brasil abrió una noche sin nervios ni dramatismo. A Neymar, que por momentos pareció jugar un partido de exhibición, solo le faltó convertir su gol.

Marquinhos y Firmino pusieron en ventaja a Brasil en el primer tiempo con un 2-0 parcial que, de no haber sido por la buena actuación del arquero boliviano, Carlos Lampe, podría haber sido mayor. Ya en el segundo capítulo, otra vez el delantero del Liverpool, más un autogol de José Carrasco y un cabezazo de Coutinho –tras un centro de Neymar– cerraron el 5-0.

Mientras que los bolivianos llegaron a 56 partidos sin ganar como visitante, los vigentes campeones de América jugaron casi toda la noche en campo rival. Casemiro se mostró siempre como la primera opción en jugadas que sumaron decenas de pases sin oposición rival. Brasil, que recibió 17 veces a Bolivia, consiguió 15 triunfos y apenas cedió dos empates, tendrá en su próximo partido una medida más real de competencia: el martes ante Perú en Lima reeditará la final de la Copa América pasada. Bolivia, que suele mostrar su mejor cara en los 3.600 metros de La Paz, recibirá a la Argentina de Lionel Messi.

Zapata y Muriel, el ataque del Atalanta

En Barranquilla, el primer partido de la selección colombiana en 11 meses arrancó con dramatismo. No habían pasado diez minutos cuando el lateral Santiago Arias, recién llegado al Bayer Leverkusen, se barrió ante una incursión del extremo del Granada Darwin Machís y sufrió una terrible lesión de tobillo. Sus gritos de dolor retumbaron en las graderías vacías antes de que fuera relevado por Stefan Medina.

Los locales, sin embargo, no tardaron en encarrilar el partido. Duván Zapata, el delantero del Atalanta que relegó al banco de suplentes al histórico Falcao García, llegó puntual a un cruce por la derecha de Juan Guillermo Cuadrado, el todocampista de la Juventus, tras una combinación con James Rodríguez, para abrir el marcador a los 15 minutos. Fue su cuarto gol con la selección y el primero en eliminatorias.

Con un James muy activo, que ejerció como capitán mientras Falcao no estuvo en el campo, Colombia dejó claro su dominio. Antes de que se cumpliera media hora, una incursión por la otra banda del lateral Johan Mujica, compañero de Zapata en el Atalanta, permitió al otro atacante colombiano del equipo de Bérgamo, Luis Fernando Muriel, rematar a placer un balón que se cruzó por al área venezolana para vencer a Wuilker Faríñez.

En el duelo inédito de entrenadores portugueses en ambos banquillos, el equipo de Carlos Queiroz fue ostensiblemente superior al de José Peseiro, que apenas acababa de reunir por primera vez a sus jugadores. Los cafeteros generaron opciones sin demasiado esfuerzo. Un remate lejano de Jefferson Lerma se le escapó al portero del Lens y se estrelló en el palo. La respuesta de la vinotinto llegó con un tiro esquinado de Roberto Rosales que desvió Camilo Vargas, titular debido a que David Ospina, el arquero del Nápoles, no pudo viajar por las restricciones de las autoridades sanitarias.

En el último suspiro de la primera parte, Muriel atravesó toda la cancha, después de recibir el balón de las manos del propio Vargas en una salida rápida. Su deshizo con un cambio de ritmo de su único marcador, el defensor del Brescia John Chancellor, y descargó un zurdazo que le dobló las manos a Faríñez. Al espectáculo le sobró una segunda mitad en la que Colombia administró el resultado caminando sobre la cancha, y Queiroz refrescó el equipo con otros cuatro cambios. “Es muy importante aprovechar los movimientos que los jugadores conocen. No trabajamos desde hace casi un año, pero todos saben lo que tienen que hacer en sus posiciones”, valoró el entrenador luso. Colombia visita el martes al Chile de Reinaldo Rueda, el equipo que lo eliminó de la Copa América, mientras que Venezuela será local frente a Paraguay.


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