Estados Unidos empezará esta semana a procesar los casos de las personas retenidas en el campamento de migrantes de Matamoros, en la frontera con Texas, para que puedan entrar en el país, después de que la zona se viera afectada por las inclemencias del clima, informó el Departamento de Seguridad Nacional.
El campamento en territorio mexicano alberga a unos 1.000 migrantes, la mayoría de ellos procedentes de Centroamérica, que esperan que se les conceda refugio al otro lado de la frontera. Han soportado temperaturas bajo cero durante la última semana mientras vivían en tiendas de campaña endebles.
“El campamento de migrantes de Matamoros se ha visto recientemente afectado por el clima extremo del norte de México (…) Atender las necesidades humanitarias en Matamoros se ha convertido en una prioridad“, dijo el departamento (DHS, por su sigla en inglés) en un comunicado.
El DHS agregó que los recién llegados al campamento no obtendrán la entrada a Estados Unidos a través de este proceso limitado.
El comunicado llega después de que el DHS cancelara abruptamente el lunes pasado los planes para llevar a los solicitantes de asilo a Texas.
Algunos residentes de los campamentos han vivido allí durante más de un año bajo el controvertido programa conocido como Protocolos de Protección de Migrantes (MPP) del expresidente Donald Trump, que requiere que los solicitantes de asilo esperen en México al inicio de sus audiencias judiciales de Estados Unidos.
El gobierno del mandatario demócrata Joe Biden ha dicho que un nuevo proceso comenzará gradualmente para permitir que miles de solicitantes de asilo del MPP esperen las decisiones de los tribunales dentro de Estados Unidos.
(Reuters)
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