Diana Manzo
Oaxaca, Oax.- Ricarda García Merino es una artesana mixteca que hace unas semanas vivió un episodio desagradable de su vida. Lo cuenta y llora de coraje al recordar el abuso y discriminación que sufrió de parte de funcionarios del Servicio de Administración Tributaria (SAT) que le obligaron a pagar impuestos por sus artesanías cuando ingresó al Aeropuerto internacional de la Ciudad de México, proveniente de los Estados Unidos.
La originaria de San Juan Colorado participó junto con otras artesanas oaxaqueñas en una exposición en Nueva York, invitada por el consulado mexicano, pero a su regreso a la Ciudad de México fue detenida y obligada a pagar un impuesto, equivalente a lo que ella recibe por dos huipiles, los cuales realiza en dos meses con jornadas diarias de cinco horas de trabajo.
Los agentes aduanales la obligaron a pagar por los propios bienes que ella realizó y que llevó a la exposición.
Detrás del teléfono relató que estuvo retenida durante tres horas en el aeropuerto.
El pago fue de 3 mil 700 pesos. Los empleados aduanales le dijeron que era la “mínima parte” de los impuestos, pero señaló “ellos no saben que a nosotras las artesanas nos cuesta la vida ganarnos un peso”.
Ricarda es una mujer trabajadora, madre de ocho hijos y lucha por mejorar sus condiciones de vida. Este tipo de exposiciones son un escaparate para dar a conocer su obra y recuperarse un poco del golpe económico que significó la pandemia.
“Viví ansiedad, desesperación, caí en shock, era la primera vez que me hacían pagar por mis prendas, por las artesanías de mis compañeras que lleve a vender, porque somos un grupo de artesanas que nos dedicamos a tejer este traje típico, que es muy tradicional de Oaxaca”, expresó.
La artesana resaltó que lo que más desea es una aclaración de las autoridades respecto al cobro de este impuesto, pues no se trata de quitarle dinero al que menos tiene o al que más le cuesta ganarlo.
“A nosotras como artesanas nos interesa trabajar, exponer y vender, eso nada más, nosotras solo queremos trabajar, pero vivir este tipo de situaciones es lamentable, exigimos una disculpa de las autoridades”, señaló.
“Las estrellas de la costa”
Tejer es la vida de las mujeres de San Juan Colorado, un municipio indígena ubicado en la costa de Oaxaca. Es el hogar de Ricarda. Ella y un ciento de mujeres integran el grupo “Las estrellas de la costa” que luchan por preservar su cultura mixteca a través de la vestimenta tradicional.
Sonriente, afirma que la pandemia les afectó demasiado, pero nunca dejaron de tejer, al contrario, tienen una colección de prendas lista para exhibir y vender. Por eso aceptaron la invitación para acudir al evento organizado por el Consulado de Nueva York.
Con el episodio que vivió en el aeropuerto, Ricarda exhortó a las autoridades a tener mayor respeto por las artesanas oaxaqueñas, que son un sector que requiere de apoyo para seguir preservando una cultura.
Estas artesanas también han enfrentado el plagio de sus prendas. En mayo de este año, la marca Zara utilizó en su colección de primavera vestidos sin tomar en cuenta a las mujeres indígenas de San Juan Colorado.
En agosto de este año, el Congreso de Oaxaca aprobó la reforma al párrafo cuarto del artículo 16 de la Constitución local. Con el objetivo de evitar el plagio de los diseños de la cultura colectiva oaxaqueña.
Esta reforma, iniciativa de la exdiputada morenista, Gloria Sánchez López, aprobó castigar el saqueo del patrimonio cultural material e inmaterial de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas, protegiendo la propiedad intelectual colectiva y los elementos que la conforman.
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