El mandatario federal manifestó que hay muchos dirigentes empresariales que simulan que son independientes cuando en realidad tienen posturas políticas.
Al ser cuestionado sobre el amparo que busca interponer la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) contra de la reforma fiscal que entre otras cosas, busca combatir la compra de facturas falsas, el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó como una vergüenza lo que sucedía con la falsificación de estos documentos y les mandó un mensaje: “que lo piensen bien y que consulten a los empresarios porque quizá este es un asunto nada más de los dirigentes y en ocasiones son visiones distintas”.
Durante la conferencia de prensa matutina, aseveró que la mayoría de los empresarios en México quieren que no haya corrupción.
“El sector empresarial está harto de la corrupción, me consta, pero hay dirigentes que siempre se han presentado al juego de la corrupción y no les gusta que se den los cambios o tienen intereses políticos, pertenecen a partidos. Entonces, tienen una doble chaqueta, por un lado líder empresarial y por el otro líder partidista”, expresó.
En clara referencia al Gustavo de Hoyos, presidente de la Coparmex, el mandatario federal manifestó que muchos de estos dirigentes simulan que son independientes cuando en realidad tienen posturas políticas.
“Hay algunos que ya están aspirando a ocupar cargos, ya todas su declaraciones y actitudes tienen que ver con eso. Los conozco aunque se disfracen. Yo considero que no es legal ni legítimo cómo van a representar así a los empresarios… Es momento también de que los dirigentes empresariales actúen con rectitud y honestidad”, comentó.
“Yo les pregunto, ¿está correcto?, ¿es bueno el que se fabriquen facturas y que no se castigue a los agresores fiscales?, que se dedican a robar porque hay que devolverles dinero de la hacienda pública de todos los mexicanos”, abundó.
Este martes, Reginaldo Esquer Félix, presidente de la Comisión Nacional Fiscal de la Coparmex, informó que la organización considera presentar un juicio de amparo en contra de la reforma fiscal, ya que la forma como está planteada, contempla equiparar el fraude fiscal al nivel de crimen organizado y, según él, esto no puede ser juzgado como delito federal.