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Así es el barco más pequeño del mundo creado con una impresora 3D

Hoy en día, las impresoras 3D han demostrado toda su funcionalidad y aunque resulta llamativo comprobar como son capaces de generar prototipos y artículos variados, también su uso podría servirnos para avanzar científicamente en pro de la salud de nuestro cuerpo y eso es lo que se ha conseguido al lograr hacer con una impresora 3D, el barco más pequeño del mundo.

Así es el barco más pequeño del mundo creado con una impresora 3D

El barco más pequeño jamás construido no se ha diseñado con el fin de que surque los mares, sino que sirve para demostrar de qué modo las impresoras 3D pueden ser el futuro de la ciencia. Un barco de apenas 30 micrones de largo, aproximadamente un tercio del grosor de un cabello humano. Y más de 600.000 veces más pequeño que los veleros que habitualmente podemos ver navegando por los mares.

Fue realizado por investigadores de la Universidad de Leiden (Holanda) como parte de un estudio sobre la fabricación de micro nadadores artificiales, organismos microscópicos capaces de moverse de forma independiente en un líquido, como hacen los espermatozoides o  las bacterias. Impulsados ​​por una reacción química, los micro nadadores sintéticos podrían eventualmente hacer posible la fabricación de robots microscópicos capaces de administrar medicamentos al cuerpo navegando por las venas de un paciente.

Si bien la mayor parte de las investigaciones que se llevan a cabo sobre estas estructuras se habían centrado hasta la fecha en la fabricación de esferas simples, el que se haya decidido apostar por la impresión 3D ha servido para fabricar formas más optimizadas, como una hélice, un espiral o este barco, el más pequeño de todos los jamás construidos. Pero no es el único diseño que en un principio crearon, sino que antes que el barco, los científicos probaron otras formas, como imprimir una versión en miniatura de la nave espacial de Star Trek, la USS Voyager.

Para fabricar su barco (y los demás modelos creados), los científicos utilizaron una tecnología de fabricación aditiva ultraprecisa: la polimerización de dos fotones . Este método se utiliza un láser que produce pulsos extremadamente cortos, del orden de femtosegundos, para solidificar una resina fotosensible en un punto preciso de unos pocos cientos de nanómetros.

Adornado con detalles difíciles de imprimir como agujeros, paredes curvas o salientes, este barco es la versión más pequeña de un modelo ampliamente utilizado en la industria para probar la calidad de las impresoras 3D, denominado Benchy3D. Demuestra una precisión sin precedentes en el proceso y augura un futuro bastante brillante a la ciencia y en particular, a la medicina.


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