Cinco meses han pasado desde que Shakira y Piqué oficializaran su divorcio y llegaran a un acuerdo por la custodia de los hijos que tienen en común. Mientras el ex futbolista se ha quedado en Barcelona con su nueva ilusión, Clara Chía, la de Barranquilla ha optado por alejarse de todo y pasar página a más de 7 mil kilómetros de su pasado, en concreto en Miami, con la compañía de Sasha y Milan, los motores de su vida.
«Me establecí en Barcelona para darle una estabilidad a mis hijos, la misma que ahora buscamos en otro rincón del mundo al lado de familia, amigos y el mar. Hoy iniciamos un nuevo capítulo en la búsqueda de su felicidad. Gracias a todos los que surfearon junto a mí tantas olas allí en Barcelona, la ciudad en la que aprendí que sin duda la amistad es más larga que el amor», compartió en su Instagram a modo de carta de despedida. Ahora, la intérprete de Te Felicito se centrará en su familia, en los éxitos que le quedan por publicar y, sobre todo, en terminar de sanar su corazón.
Pero no solo es una nueva etapa para ella, sino también para sus hijos, que después de las vacaciones de spring break comenzarán en un colegio nuevo, uno de los más prestigiosos de Miami. Al parecer, los pequeños irán al Miami Country Day School, fundado en 1938 y perteneciente a la lista de los 20 mejores de todo el estado de Florida. Su matrícula oscila entre los 33.000 y los 46.000 dólares anuales que, multiplicado por dos, serían aproximadamente 80.000 dólares de gastos en educación. Pero, ¿qué tiene de especial este colegio?
Indagando en su página web, se puede ver la filosofía del centro escolar: «Nuestra filosofía integral del niño nos obliga a crear experiencias en el aula que combinan elementos de una educación clásica con prácticas innovadoras de aprendizaje basado en proyectos y problemas. Este equilibrio intencional permite una educación vigorosa que produce resultados extraordinarios». Su enfoque, llamado ‘Maestros’ consiste en clases pequeñas que permiten que cada educador se adapte a sus estudiantes, haciendo de sus guías en su crecimiento. Además, esta escuela fomenta el uso de la tecnología, la aplicación de lo aprendido en la vida real y, sobre todo, «la importancia de encontrar pasión y propósito más allá de uno mismo».
El centro cuenta, por un lado, con la escuela primaria, donde los estudiantes «experimentan una inmersión diaria en el idioma español»; la escuela intermedia, donde entra en juego el aprendizaje de habilidades para la vida y la expresión artística; y por último la escuela superior, donde está disponible el X-TERM, una plan que «permite a los estudiantes de la escuela superior explorar pasiones que normalmente no se encuentran en el plan de estudios tradicional».