Aunque el tema del viaje a Miami de Ana Obregón para dar la bienvenida a su nieta, nacida por gestación subrogada, ha estado situado en la primera plana de los medios de comunicación durante las últimas dos semanas, Jorge Javier Vázquez tampoco ha pasado desapercibido. En todas y cada una de sus últimas apariciones públicas, el presentador se ha visto obligado a lucir unas gafas de sol a consecuencia de la operación de blefaroplastia a la que se sometía y por la cual tenía que tener especial cuidado con sus ojos hasta que los profesionales médicos pertinentes lo indicaran.
Ese momento ha llegado, y finalmente el maestro de ceremonias de Telecinco ha podido reaparecer en Sálvame y lucir su nuevo rostro sin ningún tipo de problema. Ha sido durante esta misma tarde cuando el de Badalona ha vuelto a su puesto de trabajo habitual ya sin gafas de sol que impidieran ver una gran parte de su rostro. Una situación a la que Terelu Campos ha querido también hacer referencia mientras ambos introducían el inicio del programa con unos audios de Yulen Pereira, diciendo que se trataba de su «primer día juntos». Algo a lo que el catalán ha respondido con total naturalidad: «¡Y mis ojazos!», haciendo así hincapié en el retoque estético que se había realizado y que poco a poco va adaptándose a la totalidad de su cara.
En esta última ocasión, Jorge Javier ha optado por lucir una imagen mucho más rejuvenecida al pasar por quirófano y decantarse por una blefaroplastia, que se trata de un procedimiento que se realiza en los párpados con el objetivo de corregir los signos de la edad, mejorar la apariencia estética y corregir problemas funcionales. Para ello, los cirujanos eliminan el exceso de piel, grasa o músculo de los párpados para reposicionarlo o remodelarlo y así conseguir el resultado que la persona desea. Se trata de una operación bastante sencilla con recuperación relativamente rápida por la que probablemente el presentador ha tenido que pasar por síntomas como la hinchazón, los moretones y las molestias en los párpados. Algo que poco a poco parece haber ido mejorando, y a día de hoy el periodista puede presumir de haber dado un giro de 180 grados favorable a su rostro para dejar las gafas de sol apartadas en casa, al menos de manera temporal.
Como ha ocurrido en otras ocasiones, Jorge Javier no ha tenido reparo en desvelar cuál era la intervención a la que había recurrido y por la que estaba acudiendo con los ojos tapados a los distintos platós de la cadena de Fuencarral. Sin embargo, y aunque él mismo esperaba ser la primera plana de la última portada de Lecturas, las imágenes de la madre gestante de la pequeña Ana Sandra opacaban su entrevista, que pasaba a un discreto tercer hueco para dar prioridad a todo lo que ha girado en torno a Ana Obregón.
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