Los científicos apenas conocen menos del 5% del universo, una pequeñísima parte de lo que hay «ahí fuera». Hay billones de estrellas y exoplanetas que son un completo misterio, aunque gracias al avance de la tecnología poco a poco se van haciendo nuevos descubrimientos. En esta ocasión, un equipo de científicos de la Universidad de Montreal en Canadá ha hallado un planeta fuera del Sistema Solar situado a una distancia de 634 años luz de la Tierra. Ha sido bautizado como planeta caníbal por las condiciones extremas que presenta.
Así es el planeta caníbal
Para hacerse una idea de lo lejos que se encuentra de la Tierra, cabe señalar que el Sol está a 0,00001581 años luz de nuestro planeta.
Su nombre oficial es WASP-76b y uno de los aspectos más interesantes sobre él es la presencia de lluvias de hierro líquido por sus elevadas temperaturas. Hasta la fecha se han identificado al menos 11 elementos diferentes, como hierro, hidrógeno, calcio, magnesio, vanadio y nitrógeno, que por lo general suelen encontrarse en planetas similares a la Tierra.
Estos elementos han llevado a los científicos a plantearse la posibilidad de que el planeta caníbal «devorara» a otros en el pasado. El motivo es que estos elementos presentan valores distintos a los registrados previamente, lo que parece indicar que habría absorbido materiales de otros planetas de su entorno.
«Verdaderamente raros son los momentos en que un exoplaneta a cientos de años luz de distancia puede enseñarnos algo que de otro modo probablemente sería imposible saber sobre nuestro propio Sistema Solar» ha explicado Stefan Pelletier líder del equipo internacional de astrónomos en un nuevo estudio del planeta, al diario británico ‘Daily Star’.
Por su parte, Mohamad Ali-Dib, astrofísico de la Universidad de Nueva York Abu Dhabi, ha destacado la importancia de este estudio. Y es que, es la primera que se consigue medir con precisión la abundancia de elementos químicos como el cromo, el magnesio y el níquel en un planeta gigante.
«Las desviaciones de sus valores de lo que se espera nos llevaron a postular que WASP-76b podría haberse tragado otro planeta mucho más pequeño, uno con la misma composición química de Mercurio», ha especificado.
Sin lugar a dudas, el hallazgo de nuevos elementos en la atmósfera de WASP-76b es un gran avance en la comprensión de los planetas gaseosos y su formación. A medida que los científicos sigan investigando y analizando los datos recopilados, será posible obtener más información sobre la evolución y características de estos cuerpos celestes.
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